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Con mis hijos no Presidente

El error de pensar que usted puede hacer y decir lo que quiera, es proporcional a la falta de conciencia moral que ostenta.

Ya no le escribo como opositor a su gobierno, ni asqueado de la cantidad de casos de corrupción que pesan sobre su línea política y sus amigos que ocupan cargos de privilegios.

Tampoco lo hago desde la mirada de un ciudadano que trabajó durante la pandemia, sin faltar un solo día por ser esencial, y que a la hora de las vacunas quedó relegado gracias a que sus amigos fueron vacunados de manera inmoral, o viendo como su familia tuvo festejos inapropiados.

Lo hago como Padre de dos chicos de 12 y 14 años que además de privarlos de ver a sus amigos y maestros durante un año y medio, usted aplaude ahora el horror de ver a una mujer totalmente desquiciada al frente de alumnos, pretendiendo influir sobre ellos de manera violenta, digna del autoritarismo que a usted también lo caracteriza. Quizás sea por eso que la reivindica diciendo que el alumno tuvo una clase “ejemplar”.

Tengo hasta miedo de indagar entonces como son sus clases en la facultad, porque si para usted eso fue “abrir la mente”, me quedan dudas serias sobre su pedagogía educativa.

Y como soy docente le puedo explicar lo que es la pedagogía y sus aplicaciones para “abrir la mente”, como usted propone.

Una vez mas desautorizó también a la máxima autoridad educativa del País, el Ministro Trotta, quien mínimamente aplicó la lógica de apartar a la docente para investigar la actitud obvia del video por todos visto.

Ya no le voy a pedir, le voy a exigir, como ciudadano y como padre que con mis hijos no se meta, Sr. Presidente. No voy a permitir, por mas que usted lo apañe, que ningún docente intente alinearlos de manera tan sesgada, en el ámbito escolar y menos que una autoridad convalide tamaño acto de ignorancia.

Si, con respeto, sin gritos, sin insultos, con hechos y argumentos de ambos lados, para que ellos tomen sus decisiones, aún si yo no las comparto, ya que no pretendo que mis hijos piensen como yo, por lo tanto tampoco voy a permitir que otros le digan que pensar y menos de manera violenta.

Por lo tanto, Sr. Presidente le reitero, con mis hijos no.

Por Adrián Rivera  – Prof. Nac. De Educación Física.

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