El Día de la Recuperación de la Democracia nos encuentra este año en medio de un proceso electoral donde se definen dos modelos, uno que aboga por la consolidación del ejercicio democrático a partir del fortalecimiento de las instituciones y otro donde gobernar es aumentar las dificultades para que esas instituciones puedan ampliar derechos.
El problema de fondo es que a 38 años de aquel día histórico en que Argentina recuperó, a fuerza de luchas y pérdidas, un sistema que respeta las libertades y el pleno ejercicio de los Derechos Humanos, algunos dirigentes se siguen indignando con la igualdad, con la ampliación de derechos y con la creación de oportunidades.
Por eso, desde el lugar que ocupamos quienes hemos tenido responsabilidades institucionales ponemos el foco en trabajar cada día para celebrar la democracia construyendo su fortalecimiento, promoviendo la tolerancia y la justicia social como banderas.
En lugar de recluirnos en la gestión tomamos iniciativas para que la política esté presente en las instituciones, para que el debate construya y no destruya, para ocupar los espacios que quisieron acaparar las corporaciones con sus intereses particulares que nunca resuelven las injusticias y que jamás se ponen del lado de los que más lo necesitan.
En este marco, el rol de los dirigentes de la oposición es fundamental, porque son parte del gobierno. Tienen la función de acompañar y de construir, no solo como espacio de crítica sino como un complemento necesario para robustecer los mecanismos de contralor, como también para formular nuevas ideas y para mejorar las propuestas.
La democracia debe celebrarse perfeccionando las iniciativas, fiscalizando la gestión, pero no poniendo palos en la rueda o tirando piedras, eso afecta a la comunidad, no a los dirigentes.
Desde el Frente de Todos trabajamos en ese sentido, construyendo en el territorio, hablando en voz alta por los que más lo necesitan, siendo leales a nuestros principios y a los pilares del sistema que permitió que el pueblo nos eligiera para seguir reconociendo derechos.
Nos costó mucho recuperar la democracia. Debemos cuidarla porque nuestro compromiso es con el bienestar de todos y todas. Como decía Juan Domingo Perón: “La verdadera democracia consiste en que el gobierno haga solamente lo que el pueblo quiere y defienda un solo interés: el del pueblo”.
Por María Teresa García – Presidenta honoraria del Observatorio de Política Electoral