Cada docente sabe que no puede bajar los brazos

Cada año está lleno de desafíos para un docente. Nuevos estudiantes, propuestas innovadoras, padres llenos de anhelos…Claramente este 2020 es especial. No por la situación vivida por la  pandemia, sino por todos los cambios estructurales a la que ella nos enfrentó.

En un mundo tan cambiante, donde la tecnología hoy es esencial para el reencuentro, lograron romper con sus propios miedos, desconocimientos y  prejuicios, para llegar a cada uno de los hogares donde habita un niño o adolescente.

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Prenden las cámaras y una enorme sonrisa los recibe, porque cada docente sabe que no puede bajar los brazos, que son los únicos que pueden llevarle un poco de normalidad a tanta incertidumbre.

Hoy celebramos la gran capacidad de resiliencia que tienen. Su fuerza de voluntad hizo que los lápices derramen palabras en los cuadernos de los estudiantes, haciendo de cuenta, que todo sigue igual. Se propusieron ponerle el cuerpo y hoy son expertos, especialistas en manejo de redes, en usar enormes cantidades de palabras para reemplazar un abrazo amoroso y a enseñarle al mundo cuán  necesarios son, porque solos no podemos

Hoy más que nunca necesitamos aprender a hacer las cosas de otra manera.

Necesitamos aprender a confiar, sobre todo en nosotros mismos, entender que el futuro depende de nuestros actos, acciones y entrega. Y aunque suene obvio, necesitamos saber que poniendo lo mejor; las cosas van a mejorar.

Necesitamos seguir conectándonos con pasión con el otro, a pesar de la distancia.

¿Y qué mejor que aprender de quienes lo hacen desde siempre? ¿Qué mejor que aprender de quienes más allá de todo contratiempo; han entregado, entregan y seguirán entregando con devoción, en su práctica diaria en las aulas, en el campo de deportes, en la salida educativa, el campamento y ahora en la computadora; su amor incondicional por desarrollar, potenciar y hacer florecer las capacidades de sus alumnos.

Feliz día a todos los docentes que día tras día nos enseñan y acompañan a crecer con su ejemplo de vocación, con su ejemplo de superación; con su ejemplo de amor por sus estudiantes.

Feliz día a todos ellos que, para poder seguir enseñando, siguen aprendiendo.

¡Gracias! En sus manos tienen la posibilidad de construir nuevos caminos. Caminos que transitamos en una vuelta soñada donde la escuela se habrá modificado, aprendido y por sobre todas las cosas valorando su trabajo

Feliz día