A partir de este miércoles, los vecinos podrán utilizar un nuevo servicio de transporte público sin emisiones contaminantes, que conectará Retiro con Parque Lezama y será gratuito durante los dos primeros meses.
La Ciudad de Buenos Aires pone en marcha su primera línea de colectivos totalmente eléctricos, un paso clave hacia un sistema de transporte público más sustentable. El nuevo servicio unirá Plaza San Martín con Parque Lezama atravesando los barrios de Retiro, San Nicolás, Monserrat, San Telmo y La Boca.
El servicio será gratuito durante los dos primeros meses. Los doce buses eléctricos que se incorporarán son silenciosos, no producen vibraciones ni emiten gases contaminantes. Miden 7 metros, pueden transportar a 30 pasajeros (13 sentados) y tienen una autonomía de 170 kilómetros con una velocidad máxima de 60 km/h.
El objetivo principal de esta iniciativa es reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), ya que el transporte representa el 30% de esas emisiones en la Ciudad. Además, estos nuevos vehículos ayudarán a disminuir la contaminación sonora.
El nuevo recorrido cubrirá zonas que habían quedado sin transporte directo tras la reconfiguración del Casco Histórico en 2022. Con 36 paradas distribuidas cada tres cuadras aproximadamente, los buses recorrerán 7,3 km de ida y 5 km de vuelta. Se estima que transportarán a más de 500.000 pasajeros al año.
El servicio será operado por la empresa Transportes Atlántida, y será prestado exclusivamente por conductoras mujeres. Además, los vehículos están equipados con cámaras de seguridad, sensores de conteo de pasajeros y códigos QR para consultar el arribo del próximo colectivo. La base operativa estará ubicada en el cruce de Huergo y Brasil, bajo la autopista.
El ministro de Infraestructura de la Ciudad, Pablo Bereciartúa, destacó que este lanzamiento es parte de un plan de descarbonización más amplio, que incluye la incorporación de dos líneas de TramBus previstas para el próximo año. Estas nuevas unidades funcionarán como subtes en superficie, sin necesidad de vías ni catenarias.
La iniciativa se inscribe en una estrategia integral para modernizar el transporte público porteño, garantizando comodidad, seguridad y menor impacto ambiental.