Estoy en Bariloche. Paraíso al que vengo desde que tenía 18 años, la primera vez de campamento al lago Mascardi y el viaje en tren que tardó 17 horas en vagones de madera y con la tierra que entraba por todos lados. Claro, cuando se es joven se soporta todo.
Las montañas, los lagos, las cascadas y los bosques siguen igual, la ciudad ha crecido. En mi opinión no demasiado bien, igualmente tiene su encanto como ciudad de montaña.
La Argentina tiene en su territorio casi todos los paisajes, y aunque muchos conocen muy bien Europa, USA y Oriente, generalmente casi nada de este largo y ancho país.
En esta época del año el valle tiene un sin fin de colores que van pasando por el verde, el tostado, el dorado, el rojo en todos sus matices y el amarillo también. A toda esa exuberancia de color el lago, de color azul profundo, contrasta con lo que le hace de telón de fondo que son las montañas de la cordillera de los Andes. Son magníficos los picos del Catedral, el majestuoso Tronador, que ya están cubiertos de nieve.
El que viene por primera vez se encuentra con un paisaje maravilloso.
El lago Nahuel Huapi, de origen glaciar, tiene una extensión de 557 km. cuadrados de superficie, una longitud de costa de 357 km. y su parte más ancha mide 10 km. En él hay varias islas. La más conocida es la Isla Victoria, donde se filmó parte de la película Bambi, siendo también la que cuenta con uno de los bosques de arrayanes más grandes del mundo.
El lago Nahuel Huapi no es el único, muy cerca de Bariloche se encuentran el Lago Gutiérrez, el Lago Mascardi, el Lago Moreno y el Morenito.
El punto panorámico, sin ser exagerada, tiene una de las vistas más hermosas del mundo, se los digo con conocimiento de mucho de lo que conozco.
Si se hace el recorrido del circuito chico ese es uno de los puntos obligados para pararse, sacar fotos y extasiarse.
Luego el Llao Llao, hotel emblemático de la Patagonia. Traten de pasar a visitar el lobby, y si pueden tomen algo en el jardín de invierno que tiene una vista maravillosa. Frente al Llao Llao está Puerto Pañuelo y siguiendo el circuito el Cerro Campanario, al que se puede subir con una aerosilla.
Otra linda excursión es a la Laguna de los Cántaros, a Pampa Linda, al Traful, a los ventisqueros.
Si les gusta esquiar el complejo Catedral tiene unas hermosas pistas con vistas estupendas. Con algo de suerte podrán ver algún cóndor sobrevolándolas. La Villa Catedral tiene hoteles y restaurantes donde gustar las delicias patagónicas como la trucha o el chivito, o un rico té con tortas y chocolates.
Silvana Salvucci, autora de www.recorreitalia.com