El presidente Alberto Fernández afirmó hoy que “es la hora de que los trabajadores en la Argentina vuelvan a estar unidos”, al participar, en el Día Internacional de los Trabajadores y las Trabajadoras, del Foro “Trabajo Presente y Futuro con Solidaridad”, que organizó el Consejo Económico y Social (CES) y en el que 50 expertos de diferentes sectores formularon 50 propuestas para potenciar el trabajo con equidad y solidaridad y el desarrollo productivo.
“Les recuerdo aquella convocatoria de Perón: únanse. Es la hora de que los trabajadores en la Argentina vuelvan a estar unidos, más unidos que nunca porque después de una pandemia tenemos la obligación de hacerlo, porque es el modo en que la fortaleza de los que trabajan se multiplica”, sostuvo.
El Presidente expresó su “afecto, cariño y compromiso de siempre” a los trabajadores y las trabajadoras, agradeció a la dirigencia sindical “por el modo en que ayudan y acompañan al Gobierno”, y a los movimientos sociales “por el esfuerzo de todo este tiempo y por el compromiso que día a día demuestran”.
Además, señaló que en “tiempos difíciles tomamos infinitas medidas para preservar el trabajo en la Argentina que permitieron que el trabajo formal cayera menos de lo que todos esperaban que cayera, ayudamos también a los trabajadores de la economía informal con el IFE mejorando la AUH y creando la tarjeta Alimentar”.
“En este tiempo que viene vamos a estar siempre cerca de los que trabajan y ayudando a los que están en situación más difícil porque es nuestra obligación como sociedad”, remarcó el mandatario.
También rescató que durante la pandemia fue posible “llegar a acuerdos para encontrar una mejora del salario mínimo, vital y móvil, y la responsabilidad sindical fue enorme y los empresarios también acompañaron”.
“A los empresarios lo único que me queda por pedirles, fundamentalmente a los que producen alimentos, es que tengan en cuenta el tiempo que vive la Argentina, que tengan en cuenta que no es tiempo de subir precios ni de hacerles pagar a los argentinos el buen momento internacional de los precios de los alimentos”, afirmó.
“Y no tienen que hacerlo porque el Gobierno lo reclame o los persiga, lo tienen que hacer por convicción, porque es la misma sociedad de la que estamos hablando y que es la misma unidad que yo le pedí a los que trabajaban, porque todos somos parte de la misma sociedad”, consideró.
Gustavo Beliz, presidente del CES, explicó que el propósito de la reunión “fue aportar ideas innovadoras sobre el presente y el futuro del trabajo convocando a una amplia gama de actores y protagonistas”. “Lo hicimos con pluralidad porque convocamos a miembros de la oposición y a una amplísima gama de sectores sociales”, sostuvo.
“En la Argentina necesitamos una mesa común en la que hagamos sentar a los que más postergados están en este momento, no solamente tirándoles migajas”, indicó.
Por su parte, el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, ponderó que desde el inicio de la pandemia “el diálogo se mantuvo y el Gobierno hizo todo lo posible y fue eficaz para proteger el trabajo, para proteger los ingresos de las familias”. “Si hicimos todo esto en pandemia es porque podemos hacer lo que estamos proponiendo: hicimos, estamos haciendo y vamos a hacer y tengan claro que el Gobierno tiene un objetivo que es ayudar a todo el mundo e insertar a todo el mundo en el mercado de trabajo”, manifestó.
El Foro contó con la participación de representantes de sindicatos, empresas, movimientos sociales, la academia y la sociedad civil, además de invitados internacionales.
La actividad se dividió en ocho paneles temáticos: Empleo en la Economía Digital, Bioeconomía, Comunidad del Cuidado, Industria 4.0, Empleos Verdes, Productividad y Empleo Decente, Programación, el nuevo lenguaje, y Estado Innovador.
Las propuestas, enmarcadas en cada uno de los ejes temáticos, fueron elaboradas y presentadas por los participantes y le fueron entregadas al Presidente para su análisis, reunidas bajo el título “50 voces para la Argentina querida. Trabajo presente y futuro con solidaridad”.
El encuentro se propuso como una herramienta para dinamizar el debate sobre los desafíos locales y globales que permita identificar ideas y propuestas hacia un modelo que armonice el desarrollo económico con inclusión, la innovación y la economía del conocimiento, con la centralidad y la dignidad de la persona, los derechos de los trabajadores, la inclusión y el respeto del planeta.