Adultos frustrados, chicos sin valores

Mis hijos juegan al Rugby….

Fue un tema controversial para mí, ya que era la primera vez en este deporte, en un club y no en la escuela. En lo particular no era amigo de esta elección, por ciertos prejuicios instalados en la sociedad sobre las características y acciones de ciertas personas asociadas a este deporte.

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Un error de mi parte, ya que soy Profesor de Educación Física y debería ver lo positivo del juego, mas allá del accionar de las personas, que debe juzgarse por separado, como en cualquier deporte.

En estos años de crecimiento de mis hijos, independientemente que practican varios deportes, dentro y fuera del colegio, el rugby continuó y pasó a ser casi central en la vida de uno de ellos, y dentro de la familia obviamente también. Claro está que vinieron los entrenamientos semanales y los partidos los fines de semana. Y fue progresando y nunca quiso faltar por mas frio, calor o lluvia que nos tocara.

Un grupo humano espectacular sus profes, excelentes chicos, muchos nuevos amigos. Es sabido que la práctica trae resultados, y en él se vieron con el tiempo, a su paso y con mucho éxito y disfrute.

Lo cierto es que aprendí que en rugby “juegan todos”, el alto, el flaco, el gordo, el petiso, el rápido, el lento y todos son importantes. Aprendí que para avanzar hay que ir en equipo, que aunque hay que pasarla para atrás el objetivo es ir para adelante. Que hay que proteger al que está en el suelo. Que se respeta al árbitro por sobre todo y que también se respeta al rival, porque no es un enemigo. Que termina el partido y el local es anfitrión y sirve los famosos “Patys” a la visita.

Lo que importa es que estos valores deportivos también lo aprenden los chicos, lo viven y lo disfrutan, pero…. Siempre hay un pero, no?.

¿Qué pasa cuando de un lado se vive así y del otro no?.

A lo largo de estos años han tocado equipos de toda índole y lo cierto es que como en la vida uno suele comulgar o no, con un grupo, con una ideología y allí se mantiene y convive. Nosotros preferimos la ideología en la cual estamos obviamente.

Pero al fin y cabo “son chicos”, el mío es M13, o sea tiene 12 años.

¿Qué estará pasando entonces por la cabeza de algunos entrenadores o clubes que optan por ver a un rival como a un “enemigo” y le transmiten eso a los chicos?.

Es inentendible que en una charla previa a un partido, un adulto al cual un grupo de padres le confía sus hijos, se dirija a ellos diciendo “tenemos que salir a matarlos…¡¡¡”.

¿Cómo puede ser posible que ante una mala acción del chico dentro de la cancha, la acción de DT sea decirle: “no importa, ese referí no sabe nada”.?

Yo no nací en el Rugby, pero nací en Argentina, y sé que la actitud de ganar por sobre todo, a veces sobrepasa lo deportivo. Lo vemos en varios ámbitos deportivos y no solo en el fútbol que es lo que nos identifica en el mundo.

Pero insisto, son chicos ¡¡¡ . Están en formación, no solo física sino de valores, que a mi entender es más valioso que los resultados, aunque a todos nos guste siempre ganar.

Pero el ganar no debe significar entonces pisar al casual oponente y ser desleal en el juego arriesgando la integridad física del otro, o hasta inclusive la propia. Los gritos desmedidos de los entrenadores y padres desde afuera frustran al chico, que termina siendo la descarga de adultos frustrados que nunca llegaron a nada.

En mi opinión y habiendo mi hijo sufrido lesiones serias por parte de otros chicos de clubes que lejos están de representar no solo al Rugby, sino al deporte como concepto básico y al juego como algo lúdico y de desarrollo humano, creo que las organizaciones que tienen a cargo las divisiones infantiles, no solo de la URBA o la UAR, sino de todas disciplinas deportivas hacer un autoexamen de donde están ubicados los valores que se desean transmitir a futuras generaciones, y también los clubes hacia adentro, en quién confían a sus hijos para absorber estos valores.

El futuro de la sociedad, del deporte amateur, profesional y olímpico esta en esas manos. Que sea un juego con rivales, no una guerra con enemigos.-

Por Adrian Rivera – Profesor Nacional de Educación Física.