¿Ante una situación de desastre humanitario se salva el capital primero y luego las mujeres, niñes, ancianos y ancianas?
Nada es seguro, a decir verdad, nunca lo fue, pero la pregunta vale debido al ejemplo de algunos CEO y políticos en sus diferentes conductas frente a la pandemia.
La amenaza neoliberal y sus negociados es difícil captar por la sensibilidad humana. Se percibe cuando ya es tarde. -“llegamos tarde donde nunca pasa nada”J.M.Serrat-: el desastre ecológico planetario y ahora el virus Covid19. La omnipotencia humana está en serio riesgo de reducirse a escombros. No es la primera vez. La reacción de negacionismo de algunos dirigentes que piensan en sus negociados, demora la respuesta sanitaria. La velocidad de contagio del virus hace no haya velocidad suficiente para el escape megalomaniaco. Ser persona mayor, ya tenia poco sentido mercantil para los CEO. De la jubilación malhumorada se nos pasó a la categoría de ser población de riesgo…de muerte inminente …o de abandono. No es la primera y única “epidemia” planetaria , pero si es todo un “acontecimiento” por estar asociada en su propagación, contagio y posible resolución a las tecnologías reales o “virtuales”. Va quedando claro que no es infrecuente que algun sector poderoso o politico decida abandonar u obligar a la mala suerte a grupos humanos, hay antecedentes: -los niños, los negros, los gitanos, los judios, los latinos, las mujeres.etc-, todos con motivos simples, engorrosos y planamente fundamentados. Esta vez , el discurso neoliberal , nos ubica con prepotencia en el sector sobrante de la modernidad del futuro. ¿Ante la presencia invisible del virus se resuelve largar lastre corporal? Los CEO corporativos y sus lacayos políticos solo les interesa salvar sus ganancias extremas. El homo sapiens – incluido viejes- entre otros mamíferos y habitantes de la Tierra se los desprecia con relatos de magnificencia y triunfalismo económicopaa pocos. Los “apropiadores” del sentido común, se hacen dueños del relato pragmático que alivia a sometedores -y a muchos sometidos- que fantasean que tendrán un lugar en la barca virtual si se autoexcluyen del destino colectivo. Marginan la verdad y la memoria en la construcción de soluciones para ellos mismos, con mentiras impiden interrogar los antecedentes de los motivos estructurales que causaron este y otros desastres en el planeta.
Los viejos nos retiramos con firmeza y esperanza de ese “no lugar” que algunos nos pretenden imponer: de contagiados contagiantes, de enfermos y moribundos apresurados. Nos mantenemos en convers.acción colectiva: “no estamos solos” ni pretendemos salvarnos ni cuidarnos solos: no aceptamos el pragmatismo del capitalismo destructivo. Somos parte del colectivo político emancipador de la Nación. Desde el Playón venimos dando un humilde testimonio inspirado en la hazaña cotidiana de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y de la lucha de los trabajadores que tienen nuestra total simpatía y acompañamiento militante; marchamos solidarios con los que luchan desde esa ética social potente para enfrentar la represión y la desigualdad.
Experimentamos, que es muy posible no vivir siempre , pero tampoco nos vamos a ir antes.
Ni el virus, ni la vacuna, ni los viejos somos mercancía en el espacio del destrato capitalista neoliberal. o de cualquier signo ideológico. Entre todes nos sostenemos, mutuamente, como parte virtuosa de la vida planetaria. La seguridad y la estabilidad del ecosistema del cual somos parte no proviene de la fuerza bruta ni del egoísmo, tampoco de la mentira y de ficciones falaces. Los que creen que sosteniéndose en la soberbia de los negociados están acomodados contra la pretensión de evitar la fragilidad humana, están equivocados. El virus ha desnudado esa trampa. En la historia planetaria la soberbia, es una constante incierta, frágil y fugaz. Los Trabajadores Jubilades del Playon, nos oponemos cuando los” infantes” son obligados o sobornados para ir a la guerra, peleamos contra la trata de mujeres y niñes , y apoyamos a las trabajadores que luchan frente la flexibilización laboral. En todas la edades y grupos hay experiencia irrepetibles de trabajo justo,salud para todes, conversacion, amistad, solidaridad, creatividad. Hoy es cuando la “repetición” de los pequeños grupos de viejos, también vale en la comunidad Nacional para entre todes, revertir en acto , cierta tradición individualista y poder soportar colectivamente, lo insoportable de la pandemia y el neoliberalismo.
A les viejes, mientras respiremos, las referencia éticas y políticas son un sostén deseado y un desenlace necesario en la vida comunitaria.
Por Trabajadores Jubilades del Playón – Tigre – Pandemia 2020
