El día en que dijimos paren de matarnos!
Se cumplen cinco años desde la primera movilización bajo la consigna #NiUnaMenos, que alzó la voz contra los femicidios, el último y más brutal eslabón de la cadena de violencias machistas.
La movilización fue convocada por un colectivo de periodistas a raíz de que durante las semanas previas al 3 de junio de 2015 se sucedió una seguidilla de femicidios. Esta movilización marcó un hecho histórico por su masividad y extensión a lo largo del país y fue uno de los reclamos que unió al movimiento mujeres en el país, en la región y en el mundo.
Desde lo legislativo, nuestro país cuenta con un amplio marco normativo en materia de género y ampliación de derechos de mujeres. En una corta enumeración podemos mencionar la Ley 26.485 de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales, un gran avance en la lucha contra la violencia machista; la Ley N° 27.210 votada en 2015, que establece la creación del cuerpo de abogadas y abogados para víctimas de violencia de género; la Ley N° 27.412, sancionada en 2017 de Paridad de género en ámbitos de representación política, y del mismo año, la Ley N° 27.410 de concientización sobre la violencia de género. En 2018 se sancionó la Ley Micaela (N° 27.499) que establece la capacitación obligatoria en género para todas las personas que se desempeñen en la función pública de los tres poderes del Estado, algo que fue parte del reclamo original de la movilización de #NiUnaMenos en 2015. El mismo año se sancionó el régimen de reparación económica para las niñas, niños y adolescentes que perdieron a sus madres por violencia de género, Ley Brisa (N° 27.452). Y por último, se sancionaron dos modificaciones de la Ley N° 26.485 con la incorporación de la violencia en el espacio público y de la violencia política.
Aun así, los femicidios no cesan. Hoy la problemática de la violencia de genero se ve incrementada en todo el mundo en el marco de la pandemia del covid -19, y en nuestro país en lo que va del año más de 117 mujeres murieron por el simple hecho de ser mujeres, durante el aislamiento social preventivo y obligatorio se dieron más de 50 de esas muertes. Esto nos deja ver que para las mujeres su hogar no siempre es el lugar más seguro.
La problemática de violencia de género se jerarquizó en nuestro país y es prioridad en la agenda del estado Nacional, la creación del Ministerio de Mujeres Géneros y Diversidad da cuenta de ello. Queda mucho por hacer, los cambios culturales son necesarios para acompañar el marco normativo vigente, necesitamos profundizar el trabajo en prevención, implementar efectivamente la Ley de educación sexual integral para lograr así desde edades más temprana la igualdad entre los géneros porque el femicidio es el último eslabón de una cadena de violencias, hay violencias invisibles, naturalizadas que detectadas a tiempo salvarían la vida de muchas mujeres.
Este 3 de Junio el movimiento de mujeres y diversidades seguirá luchando y alzando la voz por las que ya no están, por aquellas que la violencia machista nos quitó, porque: ¡Vivas y libres nos queremos!
Por Gisela Manero – Directora General de Igualdad. Honorable Camara de Diputados de la Nación.
