A 6 años del primer grito contra la violencia machista

El 3 de junio de 2015 miles y miles de mujeres llenaron las plazas del país en reclamo contra la violencia machista y la consigna “Ni Una Menos” se convirtió en una bandera.

Desde entonces, cada año ese día nos unimos en una voz potente y clara que reclama: Basta de femicidios. Basta de violencia patriarcal. Basta de desigualdad.

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Este año, como el pasado, lo hacemos de modo virtual, pero no lo pasamos por alto. Hemos logrado que en muchísimos hogares se hable de temas que antes se daban por sentado, que se discutan las divisiones de tareas intrafamiliares, que los medios de comunicación y las publicidades también se aggiornen y deconstruyan, en parte. Hubo avances con la puesta en marcha del plan Acompañar otorgado por el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, con el reciente anuncio de la ANSeS de reconocimiento del cuidado de los hijos y las hijas como años de aporte para jubilarse, con la enorme conquista del derecho a disponer de nuestros cuerpos con el aborto legal, seguro y gratuito.

Pero todavía nos falta mucho. Por eso, seguimos confrontando al poder patriarcal en esta lucha que nos convoca. En Argentina dos tercios de los femicidios son cometidos por parejas o ex parejas. Según la Oficina de la Mujer (OM) de la Corte Suprema de Justicia, durante 2020 hubo 251 víctimas de femicidios, de las cuales el 84 por ciento tenían un vínculo previo con su asesino, mientras que casi el 80 por ciento de los casos ocurrieron en un contexto de violencia doméstica.

En estos números desgarradores, hay un dato que señala algunas responsabilidades: al menos 41 víctimas habían efectuado denuncias formales contra los violentos. Urge una reforma judicial feminista, que implique derribar los obstáculos en materia de acceso a la Justicia por parte de mujeres y diversidades, así como desandar el camino revictimizante que las sobrevivientes de delitos de género sufren cuando buscan reparación, entre otras cuestiones. Una Justicia que verdaderamente proteja.

La lucha continúa. Y continuará hasta que la mujer adquiera su espacio como ente social al mismo nivel que el hombre; hasta que vivamos en un mundo justo y seguro.

Por Cecilia Moreau – Diputada Nacional – vicepresidenta del Bloque Frente de Todos