El delta lleva más de tres días sin luz y miles de vecinos reclaman respuestas a Edenor

Cerca de 3000 usuarios de la segunda y tercera sección del delta permanecen sin suministro eléctrico desde el domingo por la tarde. No hay clases en escuelas isleñas y crece la preocupación por la ola polar y la falta de respuesta de la empresa.

Los vecinos del delta de San Fernando atraviesan una situación crítica desde hace más de 72 horas, tras un corte total de electricidad que afecta a la segunda y tercera sección de islas. El suministro se interrumpió el domingo cerca de las 16 horas y, al cierre de esta nota, la empresa Edenor no ofreció explicaciones ni estimaciones de reconexión.

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Según el relevamiento realizado por los propios isleños, son unos 3000 los usuarios perjudicados. A la falta de luz se suma la imposibilidad de comunicarse, ya que las antenas de telecomunicaciones también se encuentran fuera de servicio.

“La situación es muy grave. Hay escuelas sin suministro, familias enteras que no pueden calentar sus hogares ni conservar alimentos. La mayoría perdió todo lo que tenía en la heladera y quienes tienen generador ya se quedaron sin combustible”, contó Gabriela, vecina de la zona, en diálogo con medios locales.

Desde el Municipio de San Fernando aseguraron que están brindando asistencia a la comunidad isleña. Indicaron que los hospitales municipales —René Favaloro, Oscar Do Porto y Ramón Carrillo— continúan operando gracias a generadores propios, al igual que la lancha ambulancia que recorre los domicilios.

“Desde el primer día le estamos haciendo el reclamo a Edenor para la inmediata restitución del servicio”, señalaron desde la comuna. Sin embargo, hasta el momento, la empresa no respondió consultas ni comunicó oficialmente las causas del corte.

En tanto, desde el Consejo Escolar local aún no se difundió información oficial sobre el número exacto de escuelas sin clases, aunque fuentes vecinales aseguran que la mayoría de los establecimientos que utilizan calefacción eléctrica permanecen cerrados.

La gravedad del corte radica, además, en que no fue ocasionado por fenómenos climáticos extremos, como tormentas o sudestadas, lo que agrava aún más el desconcierto y la indignación de los vecinos.