En el marco del Día del Trabajador, el gobernador bonaerense mantuvo un encuentro con referentes de la CGT, las CTA y otros gremios. “El Gobierno nacional va contra el trabajo, el salario y las jubilaciones”, advirtió.
En vísperas del 1° de mayo, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, participó este miércoles de una reunión con representantes de las principales centrales sindicales del país. El encuentro se realizó en la sede histórica de la Confederación General del Trabajo (CGT), en la calle Azopardo, como parte de las actividades por el Día Internacional del Trabajador.
“Como consecuencia de las políticas económicas del Gobierno nacional el tejido productivo de nuestra provincia está empezando a tener graves problemas”, advirtió el mandatario provincial, y agregó: “El punto de partida para ponerle freno a Milei es el movimiento obrero”.
Durante su intervención, Kicillof remarcó el impacto del ajuste en el entramado social y económico bonaerense y volvió a criticar la orientación del Ejecutivo nacional: “El Gobierno nacional va contra el trabajo, contra el salario, contra las jubilaciones, y está destruyendo a la industria. Desde la Provincia enfrentamos este programa no solo por una cuestión ideológica y de convicciones, sino porque ataca todo lo que la Provincia representa y necesita para crecer”.
La reunión contó con la participación de los secretarios generales de la CGT, Héctor Daer, Carlos Acuña y Octavio Argüello; de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky; de la CTA Autónoma, Hugo Godoy; además de secretarios generales de sindicatos que representan a trabajadores y trabajadoras de distintos sectores.
También asistieron la vicegobernadora Verónica Magario; los ministros provinciales Walter Correa (Trabajo) y Carlos Bianco (Gobierno); la jefa de Asesores del Gobernador, Cristina Álvarez Rodríguez; el asesor general de Gobierno, Santiago Pérez Teruel; la directora ejecutiva del OPISU, Romina Barrios; el subsecretario de Economía Popular, Daniel Menéndez; e intendentes bonaerenses.
El encuentro reforzó el vínculo del gobierno bonaerense con el movimiento obrero organizado en un contexto de fuerte tensión con la administración de Javier Milei y en la antesala de nuevas jornadas de protesta por parte de los gremios.
