El intendente interino denunció el impacto directo del ajuste en el distrito y remarcó que, a pesar del recorte, en Escobar “se sigue haciendo” con acompañamiento provincial.
En el marco de los 500 días sin obra pública ejecutada por el Gobierno nacional, el intendente interino de Escobar, Beto Ramil, participó de un acto encabezado por Axel Kicillof en la UNSAM y se sumó al documento conjunto que cuestiona el freno total de las inversiones en infraestructura.
Durante el encuentro —que reunió a ministros, intendentes bonaerenses y referentes de distintas provincias— Ramil advirtió que en Escobar hay obras estratégicas paralizadas, como el entubamiento del arroyo Bedoya, el Hospital del Bicentenario y la obra del Curvón de Garín. Además, denunció la suspensión de proyectos de AySA vinculados a redes de cloacas y agua corriente, sin precisiones sobre su avance.
“Necesitamos que el Gobierno nacional revea de manera urgente estas políticas de desinversión, porque así no hay posibilidad de desarrollo ni para el país ni para ninguna ciudad”, expresó el jefe comunal interino.
Ramil remarcó el contraste entre la parálisis nacional y la continuidad de los trabajos a nivel local: “Mientras el gobierno nacional abandona al pueblo a su suerte, en Escobar seguimos haciendo. Con el apoyo de la provincia, sostenemos obras que generan trabajo y transforman la vida de los vecinos”, afirmó, en línea con la postura histórica del intendente Ariel Sujarchuk.
La actividad en San Martín fue también una señal política de articulación territorial: más de 25 intendentes e intendentas del país acompañaron a Kicillof y firmaron un documento que será presentado en la Cámara de Diputados, para exigir la reactivación de las obras públicas y denunciar el impacto del ajuste en las provincias y municipios.
Con su participación, Ramil refuerza el posicionamiento de Escobar en defensa de un modelo de Estado presente y en sintonía con la gestión bonaerense frente al desfinanciamiento de la administración central.