El referente de Libres del Sur en Tigre, Oscar Hurtado, denunció la grave situación alimentaria que atraviesan las familias de los barrios populares. “Queda claro que en este relevamiento, la situación nutricional de los niños de los sectores populares es la más agredida por las malas políticas sociales de los gobiernos. En especial, en el gobierno de Milei, donde sacaron la comida a los comedores populares. Sólo meter más plata en la AUH y la Tarjeta Alimentar sin controlar qué se compra lleva a estos números alarmantes”, declaró.
Un informe reciente del Indicador Barrial de Situación Nutricional (IBSN) relevó en octubre la situación de 17.883 niños, niñas y adolescentes (NNyA) de 0 a 17 años en 14 provincias y la Ciudad de Buenos Aires. Los resultados muestran que el 70,6% de las familias pobres han reducido porciones o eliminado comidas por falta de recursos, mientras que el 40,5% de los menores sufren malnutrición. Este dato refleja la precariedad alimentaria en barrios populares con alta vulnerabilidad socioeconómica y sanitaria.
La inseguridad alimentaria afecta gravemente a las familias de estas comunidades. Según el relevamiento, el 73,3% de los encuestados indicó que su familia tuvo que privarse de consumir alimentos básicos como carnes, verduras, frutas y lácteos por falta de ingresos. Además, el 72% redujo las porciones habituales, y más del 70% confirmó haber eliminado comidas como el desayuno o la cena. La situación es especialmente crítica en provincias como Formosa, San Juan y el Conurbano Bonaerense, donde los índices de inseguridad alimentaria superan el 80%.
El estudio también evidencia altos niveles de malnutrición en niños y adolescentes, con preeminencia de indicadores por exceso, como sobrepeso (18,4%) y obesidad (19,7%). Este fenómeno se agrava en la segunda infancia (+6 a 10 años), donde el 47,1% presenta problemas de malnutrición. En las niñeces menores de dos años, el 22,2% tiene baja talla, lo que refleja un déficit nutricional acumulado desde los primeros meses de vida.
Hurtado resaltó la importancia de controlar el destino de las políticas sociales y fortalecer los espacios comunitarios, como comedores y merenderos, para mitigar esta crisis. “Es urgente atender esta situación con medidas concretas y sostenibles que garanticen el acceso a una alimentación digna para todos los niños y niñas del país”, concluyó.
El informe completo se puede leer ACA
