San Isidro moderniza el Código Urbanístico para proteger la costa y revalorizar Boulogne y Villa Adelina

San Isidro avanza con la actualización de su Código de Ordenamiento Urbano (COU) para fortalecer la protección de su patrimonio natural y arquitectónico, y fomentar el desarrollo en zonas históricamente rezagadas como Boulogne y Villa Adelina. Este proyecto tiene como objetivos garantizar el acceso público a la costa, preservar la barranca natural y proteger el patrimonio histórico del distrito, mientras fomenta la creación de viviendas más accesibles y el desarrollo comercial en áreas estratégicas.

El proyecto fue presentado en Comisión del Concejo Deliberante por la gestión de Ramón Lanús, quien destacó que las modificaciones buscan flexibilizar ciertos requisitos en áreas como Boulogne y Villa Adelina, al mismo tiempo que mantienen las alturas y zonificaciones existentes. Esta modernización también pretende reducir la discrecionalidad en los trámites, promoviendo una mayor transparencia y facilitando la construcción de viviendas.

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Entre los principales cambios, se destaca la propuesta de asegurar el acceso público a la costa ribereña, prohibiendo la construcción de viviendas en este sector, desde la Avenida Paraná hasta Uruguay. Además, el proyecto establece la creación de un “Área Intangible de Barranca” para proteger la zona natural característica de San Isidro, limitando la construcción y el nivelado de terrenos para conservar su integridad ecológica.

La nueva normativa también busca ampliar la protección del patrimonio histórico, extendiéndola a todos los inmuebles anteriores a 1943, lo que implica un proceso de evaluación patrimonial antes de realizar modificaciones en dichos edificios. Por otro lado, para estimular el crecimiento de Boulogne y Villa Adelina, se propone reducir la superficie mínima de construcción de viviendas a 35 m² para monoambientes y 45 m² para dos ambientes en esas localidades, con el objetivo de aumentar la oferta de viviendas accesibles.

Finalmente, el proyecto también contempla la transformación de zonas industriales abandonadas en nuevos centros urbanos residenciales, con espacios públicos verdes que complementen los desarrollos habitacionales y comerciales, contribuyendo a mejorar la calidad de vida de los vecinos.

El subsecretario de Planeamiento Urbano, Manuel Abella Nazar, enfatizó la importancia de la participación vecinal en este proceso, indicando que ya se han realizado consultas y reuniones para garantizar un debate profundo sobre los cambios propuestos.