Por Javier Rehl*
La lealtad es una virtud humana, es un valor ético y moral que anida en cada persona. Permite sostener con todas tus fuerzas el compromiso de llegar hasta final sin desfallecer en el intento.
La lealtad nos hace saber con quienes contamos en los momentos complicados, en situaciones de gravedad. Es valorar que uno no está solo, que estamos acompañados a pesar de lo complejo e impredecible.
Hace 79 años, el pueblo argentino salió al rescate de su líder. Sintió que era la hora indicada para demostrar que por aquel ser humano que los había cobijado, los había hecho dignos, visibles, estaban dispuestos a dar su vida misma.
Nada los detuvo. Ni los puentes levantados, ni los arroyos y ríos, ni las amenazas de sus patrones, ni la represion de las fuerzas armadas. Los movía una sola consigna: QUEREMOS A PERÓN!
El 17 de Octubre de 1945 representa una de las mayores manifestaciones de amor por un dirigente que se recuerde en la historia de la humanidad. No fue la única, pero fue la nuestra.
Desde ese día y hasta el presente, la consigna “lealtad con lealtad se paga” se ha hecho carne en muchas generaciones. Para nosotros, que ante todo somos militantes, es un compromiso que adquirimos ni bien nos arrimamos a algún compañero, compañera o Unidad Básica.
Que esa misma lealtad aprendida en todos estos años, llena de héroes, mártires y algunas traiciones, nos sirva para forjar definitivamente una UNIDAD monolítica que permita construir un destino común para derrotar a este gobierno inhumano, cruel, cipayo, entreguista e inútil.
Tenemos que volver a las patas en la fuente de la Plaza de Mayo y escuchar al General desde el balcón de La Rosada diciendo: “recuerden trabajadores, únanse, sean más hermanos que nunca. Sobre la hermandad de los que trabajan ha de levantarse nuestra hermosa patria”.
VIVA LA PATRIA!
VIVA PERÓN, CARAJO!
*Javier Rehl – Concejal Escobar
