Por Jorge Martínez*
Podría comenzar este día tan importante haciendo un poco de historia, recordar los hechos sobre cómo se declaró y el por qué el 1 de mayo es el Día de los Trabajadores, pero supuse que sería relatar algo que encontraríamos en los libros.
En cambio, desde mi humilde posición sentí la necesidad de decir lo que siento del trabajo y los trabajadores.
Los Trabajadores son el motor viviente de los países, el fuego sagrado de cada nación, donde estén día a día, en el campo, en una oficina, en un hospital, en una fábrica, en la casa y en tantos lugares, una bendición para cada uno de ellos.
No hay frío, ni calor, ni lluvia, ni sol, solo llegar para después volver y al otro día empezar, ofreciendo el máximo esfuerzo para progresar.
Trabajo, esta palabra que dignifica a las mujeres y hombres, orgullosos de su tarea, del esfuerzo, de la constancia. Cuántas veces renegamos en días difíciles y al otro día renovamos las ganas de seguir, para conseguir el sustento propio y de nuestras familias.
La dignidad y la honestidad de nuestros trabajo nos convierte en mejores personas.
A esos trabajadores que nunca se rinden.
A esos trabajadores orgulloso de lo que hacen.
A esos trabajadores esperanzados.
A esos trabajadores que redoblan el esfuerzo.
A todos ellos que quizás no se den cuentan de lo importante que son, quiero decirles que son los héroes verdaderos que con pasión y entrega, hacen día a día más grandes las naciones.
Trabajo es voluntad; esfuerzo; y compromiso y los trabajadores son los protagonistas de esta película que se llama vida, son los que transforman la realidad, son el empuje, son la fuerza imparable.
A todos los trabajadores, simplemente gracias por tanto.
* Jorge Martínez – concejal del bloque Juntos de Vicente López.