Con goles de Magnin y Protti, el “matador” venció 2 a 0 a San Martin, y jugará la final contra Barracas Central.
Tigre es candidato al ascenso desde antes del sorteo de las zonas, pero era sabido que el camino a la final no iba a ser fácil. Cuando comenzó el torneo, el equipo mostraba un futbol intenso y vertical, que apabulló a algunos rivales, con el plantel de más jerarquía de la división, con un arquero juvenil que sorprendió a todos mostrando un nivel en el que parecía imbatible como Felipe Zenobio, que estuvo siete partidos consecutivos sin recibir goles. Tiene al goleador de la categoría desde la fecha uno, Pablo Magnin. Pero el equipo tuvo un bajón, los rivales le tomaron la mano en el juego, y parecía por momentos no encontrar el rumbo. Se le escaparon puntos insólitos en partidos que parecían totalmente controlados, empezaron a haber falencias defensivas, en algunos casos muy preocupantes, y el entrenador tuvo que recurrir a otro joven arquero, Manuel Roffo, que tuvo buenas apariciones, pero sobre el final perdió el puesto con un histórico del plantel, un sobreviviente de la Copa de la Superliga 2019, Gonzalo Marinelli. Si bien el equipo siempre estuvo entre los animadores de la zona, hubo algún momento, no tan lejano en el tiempo, en el que empezó a mirar por el espejo retrovisor al quinto puesto, que lo dejaba afuera de toda chance de ascender.
El rival en principio parecía ser Atlanta, pero los de Villa Crespo tuvieron una caída pronunciada desde las últimas fechas de la primera ronda, que no tuvo final, dejándolos sin siquiera haber clasificado a la Copa Argentina 2022. Esa caída del “bohemio” coincidió con el mencionado bajón futbolístico de Tigre, y con el crecimiento en la tabla de Almirante Brown, Quilmes, San Martín de Tucumán, y en menor medida de Agropecuario y Belgrano. Justamente la “fragata” fue el que tomó la punta del torneo iniciando la segundos rueda, y no se cayó sino hasta la anteúltima fecha, donde perdió en Victoria, y bajó un escalón. El “santo” tucumano llegó a la cima justo en el mismo momento que Tigre recuperó la memoria y volvió a tomar lo que le pertenecía. Por eso, la final de la Zona “A” se iba a jugar en la tarde noche del lunes, en una Ciudadela tucumana repleta, con los ojos en el campo de juego, pero los oídos en Isidro Casanova y en Córdoba, donde Almirante y Quilmes jugaban sus respectivos partidos.
Diego Martínez volvió a utilizar tres volantes interiores y dos delanteros, poniendo al medio campista Agustín Cardozo en lugar del juvenil Gonzalo Flores. En los primeros 45 minutos, se vio lo que se esperaba. El local presionando alto, sabiéndose obligado a ganar, y un Tigre muy impreciso. Lucas Menossi estuvo errático a la hora de pasar el balón, y en varios casos eran jugadas que podían llevar peligro al arco local.Las chances de gol no abundaron. El conjunto visitante avisó primero, con un córner ejecutado por Menossi que conectó en las alturas Fernando Alarcón, y el balón se fue apenas al lado del poste izquierdo del arco defendido por Ignacio Arce. Y el “ciruja” tuvo la más clara en la última jugada de la primera mitad. Un tiro libre para el “matador” fue despejado por la defensa tucumana, Víctor Cabrera tomó el rebote pero tiró un mal centro y San Martin contraatacó con la conducción de Lenadro Vella que tocó para el goleador Marcelo Estigarribia, éste enganchó en el área y quedó mano a mano con Marinelli, quien ganó el duelo con una brillante tapada, salvando lo que era un gol seguro y mandando la pelota al córner.
Para el complemento el trámite era similar. Tigre impreciso, San Martin dominando la tenencia pero sin muchas ideas. Quilmes ganaba su partido contra Belgrano desde los 10 minutos del primer tiempo, y hasta ese momento era el que estaba clasificando a la final. Pero a los 19 minutos, Sebastián Prediger abrió la pelota de mitad de cancha a tres cuartos de campo rival para la subida por izquierda de Sebastián Prieto, quien mandó un centro perfecto a media altura para que le quede servido al goleador Magnin, que puso el 1 a 0, quizás sin merecerlo, pero poco le importó. Pablo De Muner realizó las cinco variantes permitidas, desarmando la defensa y el medio campo, poniendo muchos atacantes, pero no había caso. Tigre había hecho pie luego del gol, y empezó a jugar con la desesperación del público local que se transmitió a los jugadores, que no le encontraron la vuelta. Sobre el final, Prediger cortó en campo propio y cedió para Magnin, el santafesino encaró al arquero Arce que estaba en la mitad de la mitad de la cancha, y con dos defensores adelante filtró la asistencia para Ijiel Protti, el ex Chacarita con el arco vacío puso el 2 a 0, y selló la merecida clasificación del conjunto dirigido por Diego Martínez a la final por el primer boleto a la Liga Profesional Argentina. El que quedó segundo fue el “cervecero”, quesuperó por 1 a 0 a Belgrano,y tercero fue Almirante Brown, que le ganó 3 a 2 a Alvarado.
Barracas ganó la Zona “B”.
Barracas Central le ganó en Campana a Villa Dalmine por 3 a 1, y mantuvo el primer puesto, que lo deposita en la gran final ante el “matador”. Ferro venció a Almagro 3 a 2 y quedó segundo. Independiente Rivadavia superó como visitante a San Martín de San Juan por 1 a 0 y quedó tercero, mientras que Deportivo Morón se impuso en su visita a Güemes por 2 a 1, por lo que el “gallo” clasifica al reducido por el segundo ascenso, mientras que los santiagueños, que fueron punteros gran parte de la temporasa, quedaron eliminados.
La final se jugaría en principio el próximo domingo 21 de noviembre, y según se dice, será en algún estadio de la provincia de Buenos Aires. Los cuartos de final del reducido comienzan el lunes 22 y se definen el sábado 27. Los cruces serán: Ferro – San Martín (T), Almirante Brown – Independiente Rivadavia y Quilmes – Morón. El perdedor de la final se sumará a los ganadores en las semifinales.
Por Lucas Martinez.
