Un 30 de octubre de 1983, Raúl Alfonsín era electo presidente de la Nación en elecciones libres, luego de siete años y siete meses de una oscura dictadura cívico-militar.
Aquel día marcó un antes y un después para la historia de nuestro país, y quedará grabado en nuestra memoria como un hecho imborrable, porque la Argentina restableció la vigencia de la Constitución Nacional, y recuperó la posibilidad de elegir a sus representantes, sus libertades públicas y la actividad política, derechos que habían sido cercenados por los gobiernos de facto.
En estos 38 años de recorrido institucional los argentinos y las argentinas hemos avanzado mucho, aprendimos a convivir en un sistema republicano que nos permitió consolidar y ampliar cada vez más derechos, y en el que revalorizamos la participación política como herramienta de transformación de la sociedad.
Todavía existen, sin embargo, grandes asignaturas pendientes de nuestra democracia, como la erradicación de la pobreza, la lucha contra la inflación y la generación de más empleo genuino.
Desafíos que son fundamentales para alcanzar una sociedad más justa, y que sólo podremos lograr si los argentinos y argentinas unimos nuestros esfuerzos en pos de los mismos objetivos.
En Tigre, el lugar donde me desempeño como concejal, el gobierno que lleva adelante el intendente Julio Zamora trabaja cada día para consolidar esa democracia que tanto nos costó conseguir, con políticas públicas que tienen como finalidad lograr el bienestar de la comunidad.
Es una gestión que no dejó de hacer obras ni de brindar servicios ni siquiera en los momentos más duros de la pandemia.
Una gestión que inauguró nuevos hospitales y centros de salud, que remodeló 69 plazas y sendas aeróbicas, que construyó dos jardines municipales y refaccionó más de 100 escuelas, que instaló luminarias Led en todos los barrios, y que reforzó un sistema de seguridad que es modelo en toda la Argentina.
Una gestión que escucha las necesidades de los vecinos y las vecinas, que prioriza el diálogo y que trabaja en conjunto con todos los sectores de la comunidad, cualquiera sea su color político o partidario.
Porque en Tigre creemos que la base para construir una sociedad más igualitaria es la solidaridad, la tolerancia y el respeto por las ideas del otro.
Estamos a pocos días de unos comicios muy importantes para todos los argentinos y las argentinas, y en particular para los vecinos y las vecinas de Tigre, que van a poder elegir a los dirigentes que los representarán en el Concejo Deliberante durante los próximos cuatro años.
Será una nueva oportunidad para seguir fortaleciendo un sistema democrático que, con sus aciertos y sus errores, debemos defender todos los días.
Por Gisela Zamora – Concejal de Tigre