¡¡¡Por una nueva refundación patriótica!!!

A 211 años de la Revolución de Mayo, en el que pudimos establecer nuestro primer gobierno patrio, es mucho sobre lo que deberíamos reflexionar en cuanto al legado que nos han dejado aquellos patriotas.

Quizás nuestro principal orgullo de estos más de 2 siglos fue habernos convertido en una tierra de oportunidades para millones de extranjeros de los 5 continentes, que han prosperado y han usufructuado de la movilidad social ascendente, con la que también han visto progresar a sus descendencias.

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Sin embargo, no es menos cierto que hace ya varias décadas comenzamos a transitar una decadencia incremental, donde no sólo pareciera que no podemos terminar de despegar hacia el destino próspero que nos merecemos, sino que por el contrario estamos como en una rueda que gira y gira para atrás, empantanándonos en una historia cíclica de frustraciones y errores políticos, económicos y de pérdida de valores trascendentales que son los que nos han caracterizado en nuestra historia. 

Tal como indica el INDEC, el 50% de nuestra población está por debajo de la línea de pobreza. El 75% de los chicos y chicas de los barrios más vulnerables de nuestro país están condenados a un futuro sin reales oportunidades de progreso. Es inmoral, en un país que todavía cuenta con recursos naturales y humanos para desarrollarse como una Nación próspera y con mayores y mejores oportunidades para las próximas generaciones.

La pandemia del año 20 ha convertido en catástrofe lo que ya era tragedia.

Por ello, y así como aquellos hombres de Mayo se debatieron entre los privilegios y la fundación de un país, lo que necesitamos es un verdadero sentimiento de muchísima generosidad y humildad patriótica por parte de nuestros actuales dirigentes políticos, sociales y empresariales.

Para honrar aquel 25 de Mayo nos corresponde diseñar y ejecutar una nueva refundación patriótica. Y como se pusieron de acuerdo aquellos hombres, con condiciones muchísimas más desventajosa que las actuales, necesitamos ponernos de acuerdo nosotros, ya que las oportunidades para lograrlo son infinitamente mejores.

Los partidos políticos que han sido protagonistas en estos últimos casi 40 años desde la recuperación de la democracia tienen mucho para aportar, pero la generosidad y amplitud de criterio de quienes hoy los conducen debe ser enorme, sólo así podremos lograr los consensos necesarios para volver a sentar las bases de lo que debiera ser nuestro futuro de los próximos 50 años.

Si así no lo hacemos habremos, injusta e injustificadamente, dilapidado nuestro destino, y nos convertiremos en una Nación cada vez más pobre, más retrograda, y con menor oportunidad de prosperidad, para nosotros, para nuestros hijos y para los ciudadanos del mundo que todavía sueñan que esta podría ser también su propia Nación. 

Por Marcelo Di Mario – Referente de Juntos por el Cambio en Malvinas Argentinas.