El desafío: construir todo lo que aún nos falta…

Cada 25 de Mayo recordamos y homenajeamos a los Protagonistas de la Revolución que formaron la Primera Junta de Gobierno, iniciando así la ruptura (sin angustias) con el Reino de España. 

Inicialmente, podríamos decir que fue una revolución de los sectores dirigentes criollos con un cierto nivel educativo y poder económico o político.

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Si bien la Primera Junta no tenía un proyecto claro y definido para el País. Confluía gente como Cornelio Saavedra de características más conservadoras o Mariano Moreno, que deseaba llevar adelante una política más dinámica, en donde se marcaran bien las características del nuevo movimiento. Insisto que la idea de Patria, tal cual la conocemos, se fue elaborando después, aunque los criollos ya tenían cierta identidad desde antes.

Está claro entonces que, en nuestros inicios ya hubo fluctuaciones. Pero luego, cuando se disolvió la Junta Grande y se creó el Triunvirato, se dio rápidamente un nuevo impulso a los elementos comunes que nos permitirían ir configurando nuestra identidad. En 1813 aparecen el Himno Nacional, la Bandera, la Escarapela…una serie de signos distintivos de un País independiente que se plasmaría recién en el año 1816.

Pero sin lugar a dudas los sucesos de Mayo de 1810, junto a la Gesta Sanmartiniana, tienen que ver con nuestro destino como País libre.

Los quiebres que vinieron después tendrán que ver más con la organización política del País, pero ninguno tuvo la trascendencia de la Revolución de Mayo que permitió el inicio o surgimiento del Estado Argentino.

Hace algunos años leí,  “La Revolución es un Sueño Eterno de Andrés Rivera. Si bien es una novela histórica, me gustaría compartir un pequeño fragmento, fundamentalmente por sus preguntas, por sus interrogantes que entiendo nos obliga a interpelarnos aún hoy.

Escribió Rivera palabras expresadas en boca de uno de los integrantes de la Primera Junta, el Vocal Juan José Castelli:

¿Qué nos faltó para que la utopía venciera a la realidad? ¿Qué derrotó a la utopía? ¿Por qué con la suficiencia pedante de los conversos, muchos de los que estuvieron de nuestro lado, en los días de mayo, traicionan la utopía? ¿Escribo de efectos y no describo las causas? ¿Escribo de causas y no describo los efectos?

Para sentenciar con“Escribo la historia de una carencia y no la carencia de una historia.”

Interpreto, de manera muy subjetiva, que esa carencia que esa falta, esa deuda que tenemos con los “Próceres de Mayo” es muy similar a la que tenemos con las Mujeres y Hombres que forjaron, a lo largo de la historia, nuestro País.

Esa carencia es la deuda que tenemos todavía hoy en construir una Argentina realmente justa. Porque tenemos la libertad, pero nos falta justicia social. La libertad sin justicia social hace que la democracia no sea plena y la pregunta sería entonces, ¿hasta qué nivel de carencia o de falta de derechos y oportunidades pueden soportar las sociedades democráticas? ¿Cuánta desigualdad social puede tolerar una sociedad democrática? No tenemos esa respuesta; pero desde luego que tenemos el desafío de comprometernos, desde el lugar en el que cada uno estamos -no importa cuál- ya que lo realmente importante es el compromiso y el desafío de aportar a la construcción de un País mejor, de una sociedad con más oportunidades y derechos para nuestro Pueblo.

Honremos a los Revolucionarios de Mayo, vayamos por lo que nos falta como País.

Ser revolucionario hoy nos debe obligar a ocuparnos de los otros, a los que les falta una mejor educación, los que no pueden acceder a la salud o a un puesto de trabajo, a los que están excluidos. A luchar definitivamente contra la pobreza.   

Debemos dejar de lado nuestras particularidades en pos de objetivos claramente superiores.

Los Revolucionarios de Mayo pudieron hacerlo, a pesar de sus diferencias, ya que la Primera Junta de Gobierno estaba representada por hombres que provenían de diversos sectores de la Sociedad que pensaban distinto, pero que acordaron unirse para romper los vínculos que nos ataban con España y formar nuestro Primer Gobierno Patrio. El pensar distinto no fue una barrera infranqueable para alcanzar ese sueño común de lograr la libertad.

Por eso a los que buscan fomentar la división y desunión permanente de los Argentinos, deben entender que no pueden continuar en ese camino.

Hay valores compartidos, intereses generales que son más nobles e importantes. La lucha por la igualdad se puede alcanzar pensando distinto porque podemos pensar distinto pero no podemos detenernos ni continuar desaprovechando el tiempo en grietas que atrasan y que nos muestran que no nos sirven para crecer ni desarrollarnos como Nación.

Vayamos por lo que falta, más allá de pensar distinto y de nuestras diferencias, no renunciemos a nuestros sueños y a nuestras luchas, entendamos que precisamente la lucha es por esa carencia, que si bien se expresa a lo largo de la historia y que todavía hoy no hemos podido superar, debe encontrarnos trabajando juntos para lograr sociedades más justas, con oportunidades, sociedades con mejor calidad de vida para Todos.

No nos resignemos ni bajemos los brazos, porque la historia nos muestra que Ellos, los Revolucionarios de Mayo, pudieron hacer realidad sus sueños al ser libres. Nosotros podemos y debemos alcanzar los nuestros.   

Por Luis Freitas – Secretario de Gobierno – Municipio de San Fernando