Este 8M nos encuentra a toda la sociedad en una sintonía totalmente diferente.
El 2020 fue un quiebre para la humanidad. Vivimos una pandemia, que aún estamos atravesando, y tuvimos que aprender a vivir de manera diferente, con otros cuidados cotidianos, sorteando miedos por el posible contagio.
Muchos perdieron familiares debido al coronavirus, muchos sortearon la enfermedad cuando tocó atravesarla, muchos aprendieron a convivir con sus familias las 24 hrs del día debido al aislamiento obligatorio y muchas familias se rompieron porque la convivencia se hizo fatal. Nos acomodamos a trabajar de manera virtual, las y los niños y adolescentes sin clases presenciales ni ver a sus amigos. Las y los trabajadores esenciales y de la salud, que sin duda dejaron su vida, sin saber que les podía pasar, sin vacuna, sin información clara, para cuidarnos a todos.
El 2020 fue sin dudas un año de aprendizaje y superación personal para cada uno.
Pero para la MUJER ¿cómo fue ese 2020? y habló de todas las mujeres sin excepción, hijas, hermanas, madres, abuelas, amigas, sin importar que hacen, de donde son o en qué creen. Hablo de todo el género.
Lamentablemente además de atravesar una pandemia, para la MUJER fue el peor año de todos.
Cuando se piensa en el 8M, se piensa en un día de conmemoración, reconocimiento y conquista de nuevos derechos femeninos. Pero lamentablemente lo que fue el 2020 y lo que va del 2021 nada hay que celebrar.
Desde el 20 de marzo del 2020, cuando el Gobierno Argentino estableció el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio, ocurrió un femicidio cada menos de 24 hrs. Ni hablar de los 50 femicidios, que ya van registrados en este 2021.
Cuantas lágrimas más vamos a derramar para que el gobierno y la justicia actúen. Solo en Tigre, a cuantas Maria Florencia Santa Cruz debemos llorar, para tener una respuesta.
Cada vez son más las mujeres que se suman a la interminable lista de femicidios y travesticidios en todo el país. Cada vez reclamamos más fuerte y cada vez se nos escucha menos.
Hoy, el reclamo, es del derecho básico a la vida y a la libertad que cada una tiene que tener y no se garantiza.
Estado, Justicia, no nos hagan vivir otra pandemia, además de la que ya atravesamos y seguimos atravesando. Por favor. Las herramientas las tienen. No queremos llorar una muerte más, cuando se podría haber evitado.
Este año, el 8M está de LUTO, ojalá el que viene sea de celebración.
Por Sofía Bravo – Concejala Tigre Juntos por el Cambio
