En los campos de deportes municipales chicos y chicas aprenden a reciclar y crear huertas.
Este verano en San Isidro las escuelas deportivas y recreativas reemplazaron a las clásicas colonias de verano por la pandemia. Bajo un estricto protocolo sanitario, chicos y chicas disfrutan de diversas actividades, muchas de ellas vinculadas al cuidado del medioambiente.
En una mañana soleada en el Campo Municipal de Deportes Nº4 de Martínez niños y niñas aprendieron a plantar en huertas y para generar conciencia ambiental pusieron en práctica el programa de reciclaje “Botellas de amor”, cuyo contenido son “plásticos de un solo uso”, es decir, aquellos que se convierten en basura inmediatamente después de su consumo.
León y Santino, ambos de ocho años, primero compactaron materiales plásticos dentro de una botella para depositarlos en un punto de recolección del campo de deportes. Luego los atrapó el mundo verde de la huerta y aprendieron a plantar albahaca.
“Esta actividad es muy divertida y nos ayuda a aprender cómo cuidar el medioambiente”, coincidieron los amigos rodeados de morrones, berenjenas, romero, rúcula y tomates cherry de la huerta.
El subsecretario de Deportes del Municipio de San Isidro, Mario Scuderi, explicó: “Este año intensificamos los contenidos del cuidado del medioambiente a través del reciclado y las huertas. No menos importante fue la revinculación de los chicos que bajo protocolos de bioseguridad pudieron salir del aislamiento y encontrarse”.
Carla Cassinerio, coordinadora del Campo Nº4, completó: “Desde pequeños les inculcamos la importancia de no tirar nada, que muchas cosas se pueden reutilizar, reciclar y reducir”.