La Unión de Pueblos Originarios de Tigre y Escobar solicitó una audiencia con el intendente de Escobar, Ariel Sujarchuk. La agenda de reclamos incluye un espacio para huerta agroecológica en Garín, transporte gratuito para actividades culturales, recuperar una calle cerrada por un barrio privado que impide una conexión directa con Punta Querandí, el reconocimiento de los idiomas indígenas y la protección de los humedales continentales y los sitios arqueológicos ancestrales.
El 30 de diciembre pasado, referentes de la Unión de Pueblos Originarios se acercaron al Municipio de Escobar para ingresar un petitorio donde dan a conocer la existencia de su organización y plantean sus reclamos, preocupaciones y proyectos en el marco de los derechos indígenas consagrados en la Constitución Nacional, Provincial y en Tratados Internacionales.
En principio, el petitorio explica que “autoridades tradicionales de las comunidades hemos conformado la Unión de Pueblos Originarios de Tigre y Escobar, constituida por familias de Garín, Maschwitz, Dique Luján, Benavidez, La Paloma y Ricardo Rojas”.
Seguidamente, relatan que el pasado 16 de noviembre pudieron conversar sobre sus necesidades con el intendente tigrense Julio Zamora y que de la misma forma quieren dialogar con la máxima autoridad del Municipio de Escobar.
Entre las solicitudes más puntuales, se destacan el pedido de un espacio para que la Comunidad Qompi Hermanos/as Tobas de Garín pueda desarrollar su proyecto de huerta agroecológica, así como acompañamiento estatal a los talleres de fortalecimiento del idioma qom que dicha comunidad desarrolla una vez por mes en Punta Querandí, en el límite con Dique Luján. “Se pide una colaboración para facilitar el traslado de las familias a dicho taller y a otras actividades culturales y educativas que surjan en un futuro”, dice el petitorio en referencia a la posibilidad de un transporte gratuito.
Pese a la corta distancia entre Garín y Punta Querandí, la única manera de llegar actualmente es costosa y lenta, además de muy desgastante para las personas mayores. Hay que tomar tres colectivos hasta la entrada del paraje Punta Canal, caminar 1500 metros de calle de tierra, cruzar el arroyo con un bote y recorrer un último trecho hasta el Canal Villanueva.
En relación a estos obstáculos de transporte, la Unión solicita recuperar el acceso vehicular a la Comunidad Indígena Punta Querandí desde Ingeniero Maschwitz a través de la calle perimetral cerrada por el barrio privado San Benito. Dicho emprendimiento “tampoco permite que ingresemos por adentro de esta urbanización” afirma el petitorio, lo que constituye un acto de discriminación hacia las personas de pueblos originarios ya que a otros vecinos/as de la zona sí les permite el paso.
“Pedimos retomar las gestiones realizadas por usted mismo a comienzos de su gestión, cuando el 16 de febrero de 2016 envió una carta al apoderado de San Benito S.A., Santiago Sanchez Sorondo, donde le planteaba su preocupación por los impedimentos y/o obstrucción de acceso al Paraje Punta Canal”, recuerda el petitorio.
Otras demandas más generales tienen que ver con generar “una política pública de reconocimiento a los idiomas indígenas de Escobar, a través de la visibilización de su existencia, el financiamiento de talleres, capacitaciones y campañas hacia el resto de la sociedad local”.
Además, se pide “la protección de los humedales continentales de Escobar, preservando áreas rurales, naturales y de producción agroecológica” y “participación en el nuevo plan estratégico”. Así mismo, se reclama “la protección de los sitios arqueológicos en Escobar con nuestra participación” y en ese sentido se solicita “estar informados sobre los Estudios de Impacto Arqueológico financiados por los emprendimientos”.
Vale recordar que dichos estudios, a espaldas de la comunidad, a veces dan el visto bueno para la destrucción de lugares sagrados, como ocurrió en Villa La Ñata (Tigre) con los sitios ancestrales La Bellaca 4 y 5 destruidos por el barrio privado Santa Ana (EIDICO) con la autorización de los mismos arqueólogos responsables de informes similares en jurisdicción de Escobar.
Por último, se menciona la necesidad de tierras aptas y suficientes para las familias indígenas que viven hacinadas sin posibilidad de desarrollar sus culturas. Si tomamos los datos oficiales del último censo nacional efectuado en el 2010, casi 12 mil personas se autoreconocieron descendientes o pertenecientes a los Pueblos Originarios en Tigre y Escobar.