Un recuerdo entrañable

Se cumplen 10 años de aquel doloroso 27 de octubre de 2010 cuando Néstor murió. Había asumido la Presidencia de la Nación el 25 de mayo de 2003 en un momento muy difícil y complejo. Desde entonces hasta hoy se ha escrito mucho y elogiosamente sobre él y su gestión de gobierno.

Mi manera entrañable de recordarlo es a través de la visita que hizo al barrio Las Tunas de la localidad de General Pacheco del Municipio de Tigre, a fines de mayo del 2009, en calidad de titular del PJ y primer candidato a Diputado Nacional por el oficialismo en la Provincia de Buenos Aires, en las elecciones legislativas del 28 de junio de ese año.

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Llego al barrio, uno de los más humildes de Tigre, alrededor de las 15:30 y visitó el Frigorífico Rioplatense. Se tomó fotografías con sus trabajadores y trabajadoras y emprendió una caminata por las calles de tierra que duró varias horas.

Con muestras de reconocimiento y de afecto los vecinos y las vecinas se aproximaban a dialogar con él y sacarse fotos.  Muchos y muchas le  solicitaban que se acercara a sus casas para fotografiarse con toda la familia.

Entre charlas, fotos y firmas de autógrafos Néstor se cruzaba de una vereda a la otra y, a veces, desaparecía por la puerta de entrada de alguna casa y reaparecía tomando un mate o guardando algún papelito en el bolsillo de su saco que, posiblemente, contenía un saludo o un pedido personal.

Toda la caminata fue representativa del entusiasmo, el cariño, la espontaneidad y el vínculo estrecho que Néstor mantuvo siempre con el pueblo que lo quería y acompañaba su gobierno.

Por ese entonces, tenía a mi cargo un área municipal, la Dirección General de Fortalecimiento Familiar y con otros compañeros y compañeras de la gestión, lo acompañamos durante todo el recorrido y, por supuesto, me saqué una foto con él, que atesoro como si fuera la de un miembro muy querido y respetado de mi propia familia.

Siempre lo recordaré como el presidente que al finalizar su discurso inaugural manifestó:

“No he pedido ni solicitaré cheques en blanco. Vengo, en cambio, a proponerles un sueño: reconstruir nuestra propia identidad como pueblo y como Nación; vengo a proponerles un sueño que es la construcción de la verdad y la Justicia; vengo a proponerles un sueño que es el de volver a tener una Argentina con todos y para todos. (…) Vengo a proponerles un sueño: quiero una Argentina unida, quiero una Argentina normal, quiero que seamos un país serio, pero, además, quiero un país más justo. Anhelo que por estos caminos se levante a la faz de la Tierra una nueva y gloriosa Nación: la nuestra”.

Y LO CUMPLIÓ!

Por Marta Gofin