Junto a Docentes, padres, y educadores se realizó el conversatorio que trató la temática.
Se hizo un abordaje desde distintos enfoques y perspectivas. Los puntos más relevantes fueron los siguientes: Desde los docentes se planteó la dificultad que se observa en esta inédita situación para la que no estaban preparados. Los padres también se encuentran desbordados muchas veces por la problemática que acarrea el acompañamiento a los hijos. Los educandos plantearon necesidades del vínculo social con docentes y compañeros y muchas veces se nota que no hay una coordinación entre los docentes por las tareas y trabajos que les solicitan.
También se planteó la necesidad que desde el Estado se garantice conectividad y dispositivos suficientes en barrios vulnerables, en otros medios y en el sector isleño. “No podemos perder de vista que la virtualidad no puede reemplazar el vínculo social que se establece en la escuela” .
“Es una situación compleja donde la prioridad debe ser la salud y la vida”, las desigualdades producida por el neoliberalismo quedan expuestas descarnadamente en esta situación de pandemia, en una investigación, realizada por compañeros, revela que casi el 30% de las familias de menores ingresos no tienen conectividad y por lo tanto el vínculo con la escuela es menor o nulo.
“El acompañamiento y seguimiento son fundamentales en esta etapa”, por eso la tarea social que realiza la escuela es fundamental, se preparan y reparten los bolsones de alimentos, junto a los cuadernillos, se recepcionan trabajos, se coordinan actividades. Cuanto mayor es la organización de la comunidad educativa mejores son los resultados, el rol de cada docente, cada preceptor, cada auxiliar, cada directivo, es fundamental para salir de esta crisis lo menos dañado posible
Los educandos, los padres, y el personal docente y no docente suman esfuerzos en esta situación, hoy queda claro que la “Escuela” es el núcleo social desde donde puede surgir un nuevo modo de interpelar al sistema desigual que genera el Neoliberalismo y que esta pandemia puso en evidencia . Hoy más que nunca podemos decir que el Estado es imprescindible para corregir estas desigualdades. No obstante, creemos que la pandemia marcará un antes y un después en la concepción de la educación. La virtualidad, probablemente, constituya una nueva herramienta que complementará la presencialidad y requerirá, seguramente, replantearse la didáctica y la pedagogía. La virtualidad en la enseñanza debe constituir un aporte para que la educación pública llegue a todas y todos en un avance hacia la inclusión.