La elección de la palabra correcta y el orden correcto de las palabras, podría marcar una enorme diferencia a la hora de transmitir una imagen o una idea.
En estos tiempos de Pandmeia- para todos nosotros pandemia (del griego παν, pan, ‘todo’, y δήμος, demos, ‘pueblo’) expresión que significa ‘reunión de todo un pueblo’: es la afectación de una enfermedad infecciosa de los humanos a lo largo de un área geográficamente extensa.
Algunos, de modo ingenuo, especulativo quieren asimilarlo a situación de Guerra. Tiene semejanza, diferencia: vale poder ubicarlas. Las guerras modernas tienen como habito traspasar en su accionar los límites éticos y morales acordados internacionalmente. Genera de hecho un “vale todo” perverso donde cualquier cosa cruel es posible de hacer. El hecho que algunas personas involucradas militares y civiles ven, ocultan desde los “Ideales” la ignorancia de lo que se trata en la realidad. Hay pasiones que entierran con premura cualquier conversación y cualquier cuestión reflexiva. Esta claro, oscuro, que, en las guerras, siempre, se afecta a los frágiles; se le llama, cínicamente “efecto colateral”; son el principal objetivo: hacer sentir y accionar la crueldad más allá de las fuerzas militarizadas del enemigo, esto es: su población civil. En la pandemia algunos personas y grupos, desde esa lógica han decidido afectar al más frágil. ¿Quién es? con seguridad, inseguridad son les trabajadores, personas de tercera edad y niñes. Todos “personal esencial” para lo humano que está en juego. En pandemia, todes, en esa concepción militarista de la vida y muerte, son transformados en “sobrevivientes” de la colisión contra el virus y se les aprovecha para hacer negociados económicos y políticos. Así, es de práctica habitual afectar gravemente las Leyes de Derechos Humanos vigentes. La otra alternativa es que la acción – la política sanitaria- en pandemia tiene que ser conducida desde la mejor política de conjunto social. Es cierto lo bélico solicita la unidad de todo el conjunto de ciudadanes, de la Nación, del Estado organizado y de la patria en defensa contra el enemigo específico. Pero en esta ocasión es un virus, el Covid 19, que pone en – “reunión de todo el pueblo”- y su resolución no puede dejar de lado la ciencia y los derechos humanos siglo XXI; o sea en la solución participan todes. Esta perspectiva de política efectiva y humanista solicita reunir y coordinar los recursos integrales tanto sanitarios, espirituales, laicos, confesionales, públicos y privado, individuales e institucionales en el marco de la Ley.
La política de mayorías y minorías posibilita el aprendizaje desde la experticia civilizatoria. El liderazgo político participativo en el modelo democrático puede orientar lo subjetivo y lo material para dar, tomar, construir respuestas y preguntas, dar con justicia los reconocimientos individuales, grupales, profesionales, comunitarios a quienes corresponda. El reconocimiento a la actitud y aptitud ético es un modo de sostener el bien común, y vencer al virus cuidando la vida y la relación ciudadana. Hacerlo con todos -con debilidades y fortalezas- participan en los equipos sanitarios que enfrentan la pandemia implicados en el acto solidario y de justicia. “Peor que el odio es la indiferencia” (A. Gramsci 1917). Estamos construyendo Pueblo, el nuestro: ¡el de todes!
Por Ricardo Arias – Mariano Añon – Agrupación Sudeste – Primavera 2020
