Acompañar con una taza de té, ¿Puede ser?

Los próximos días se dará inicio al Plan Provincial de Finalización de Estudios Secundarios (Programa Fines). El cambio de gestión y la Pandemia impactaron en el desarrollo del programa y en la continuidad pedagógica de los jóvenes y de los  adultos que estaban inscriptos.  Con la firma de la resolución N 146/20  el Ministro de Educación Nicolás Trotta extendió la continuidad del Programa que se desarrolla desde el  2008.  La experiencia recogida de estos años y el balance del Plan Fines “… constituyó una respuesta sistematizada a las prescripciones constitucionales y legales que imponen al Estado atender la Educación Permanente de Jóvenes y Adultos…” (Resol. N 146/20)   por lo que se considera una respuesta adecuada y de plena vigencia en su finalidad.

Exploro en mi biografía escolar.  Me vienen a la mente recuerdos de  escenas. Mi padre tenía aprobado un 3er grado superior, en la década del ´30, de una  Escuela en Toay,  provincia de La Pampa. Con él aprendí las tablas,  la multiplicación con su respectiva prueba entre otras cosas. También tengo escenas con mi madre,  quien me ayudaba a calcar algún mapa,  completar alguna guía de geografía o traerme una rica  merienda mientras  hacia la tarea.  Mi madre había terminado 6to grado superior por  la década del ´40 en Ranchillo, un pueblo de Tucumán.

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Mi padre y mi madre lejos estaban de pensar, en sus contextos sociales, una política educativa de implementación Nacional como el Programa Fines que está por iniciarse.

Tengo en mi biografía escenas también con mi hermano, 3 años mayor que yo, iba a buscarme al Profesorado, IFDN n°39 de Vte López y me acompañaba a Bancalari. A la noche, después de las 22 hs, la  frecuencia de las líneas de colectivo era escasa.

No sólo estuvo mi familia en estos recuerdos de mi biografía escolar sino también vecinas y, por supuesto, compañeros de escuela, amigas, colaborando cuando no entendía una tarea o necesitaba un libro. Hubo profesores que también aportaron a sostener en todo sentido mi paso por el Ciclo secundario y por el profesorado. A todos ellos mi eterno agradecimiento.

Hoy con mi esposo, siendo padres, nos toca acompañar a nuestros tres hijos no sólo con alguna taza de té mientras transcurren su paso por el mundo educativo sino también ordenándoles la mesa cuando tienen una tarea de grupo, preguntándoles cómo están, cómo les fue hoy, qué aprendieron. También acompañamos buscando precios para sus  fotocopias.

La exploración que comparto con Uds  hoy tiene un único sentido: invitarlos a soñar.

Soñar que habitamos un pueblo  donde cada uno elija acompañar a todos aquellas personas que tomaron la decisión de estudiar.

Transitar la escuela como estudiante ya sea en la edad correspondiente o como adulto, no es  una tarea sencilla pero se hace amena cuando se está acompañado. Cuando hay otro que nos interpela cada día porque nos muestra que en esa interpelación hay interés; interés por lo que hago, por lo que quiero y por los esfuerzos. El acompañamiento de los otros nos invitan a quienes estudiamos, a perder el miedo, a enfrentar los obstáculos, a perseverar,  a tener mayor seguridad para  principalmente, confiar en nosotros.

Todos reconocemos que estamos habitando un contexto complejo donde las desigualdades en las condiciones materiales en las que los estudiantes deben acceder a la educación son cada vez más profundas. Hoy acceso educativo es también una PC, un Celular con datos, conectividad digital. ¿Cuántos de nosotros tenemos acceso a una buena conectividad a buen precio?, ¿cuántos de nuestros estudiantes se conectaron con la escuela?

Nosotros nos cruzamos con algún estudiante cotidianamente. Alguna vez  preguntamos ¿Cómo le fue hoy? ¿Cómo van sus clases? Una taza de té, ¿Alcanza? ¿Qué estamos esperando? Esto no implica un recurso material. Estamos aprendiendo muchas cosas en esta pandemia. Ojala esta sea una de ellas.

Por Eva Diaz