Cuando imaginamos a un presidente o expresidente, -cuando nos tomamos en serio la presidencia de la Nación- pensamos a una persona con inteligencia, consideración, conocimiento, empatía y, desde luego, simpatía. También con dignidad.
A veces los lideres parecen más dispuestos a gestionar y promover combates de lucha libre entre les ciudadanes para beneficiarse personalmente.
La ambición de “ganar” les genera conductas individualistas, es el “vale todo” del forajido- el fuera de la Ley- donde vale la chicana y banalizar la construcción de convivencia y de la Ley Justa.
Macri y &, frecuentemente nos sorprende, no solo su vulgaridad, sino la ignorancia, la insensibilidad y el narcisismo extremo evidente.
Todo esto sirve para la ficcionalización de la política cuyo guion es simple: distraer al público de la realidad y consumirlo. Es obvio que, Macri, tiene una afinidad real negativa por la gente de la clase trabajadora.
Nada en su vida sugirió que su inteligencia y corazón estuvieran con el bienestar público y los trabajadores en dificultades. Es fácil saber que nunca fue el hábil hombre de negocios que pretendieron que fuera. Sus prácticas comerciales sombrías y sus negociados, están expuestos con impunidad. Macri es otro caso testigo de la inviabilidad de la lógica neoliberal como herramienta para tramitar las diferencias republicanas.
Este político y sus cómplices, usan la grieta como modo de destruir la convivencia democrática
La grieta es el negocio de la “basura” donde, el neoliberalismo de la extrema derecha, hace sus pingues negociados. Tratan de inculcar que el poder lo deben ejercer, con exclusividad, las corporaciones, grupos financieros y conexiones internacionales elitistas. Para lograr sus objetivos usan – y son usados – las propaladoras de los medios monopólicos. Mempo Giardinelli dice que en Argentina “el desquicio comunicacional abusa de un pueblo desvalido, acosándolo con mentiras, agresiones y la aparición sistemática del odio de clases”. Así logran seducir a la “bella codicia” que caracteriza a parte de la clase media.
Esos medios corporativos, asociados a los Macri, dan fuerza para que los forajidos arrasen la riqueza del planeta; ¡deliran llevársela a Marte?
El otro modelo es el gobierno actual que, para resolver la catástrofe de la pandemia y la economía, convoca a la construcción colectiva de la República Democrática para todes. El método es continuar la tradición argentina de la conversaccion popular y leal. Tanto en salud, educación y economía. La justicia está en el tapete.
Y, mientras, el establishment busca otra petite marionette para sus emprendimientos megalomaníacos…
… Macri, sigue con sus clásicos afanes, haciendo su agosto en Paris.
Por Ricardo Arias – Mariano Añon – Agrupación Sudeste – Invierno 2020