Con el alma en Saavedra, lugar en el que se cimentó geográficamente, y el corazón en Vicente López, localidad bonaerense en la que tiene hoy su residencia, el club Platense está de festejo y mañana cumplirá el aniversario número 115 de fundación.
Identificado como una de las instituciones que participó en el comienzo del fútbol profesional (1931), la historia del ‘Calamar’ se originó, curiosamente, en el Hipódromo de Palermo, a partir de la iniciativa de unos jóvenes que residían en Recoleta. Conjunción de barriadas en esa fecha histórica.
Un 25 de mayo de 1905, un grupo de muchachos asistió al coliseo palermitano del turf y le apostó en el Gran Premio Internacional al caballo Gay Simon, que finalmente se quedó con la victoria. Los boletos jugados generaron dividendos y los amigos ya tenían el dinero suficiente como para fundar su club.
De este modo, el nombre elegido fue Platense, en homenaje al stud, y el color marrón, tonalidad imperante en la camisa del jockey ganador, se impuso para la camiseta.
Tuvo el primer estadio en la llamada Plaza Japonesa (hoy Parque Thays), en las cercanías del cementerio de la Recoleta. Pero luego se mudó a Blandengues (avenida del Libertador) y Manuela Pedraza, en la zona de Núñez.
De allí encontró locación que parecía definitiva en el histórico escenario de Manuela Pedraza y Crámer, enclave en donde Núñez se confunde con Saavedra y viceversa.
Los primeros años en el profesionalismo entregaron campañas regulares, tirando a discretas. Recién en 1949, el conjunto ‘calamar’ consiguió el tercer puesto en el certamen, detrás de Racing (campeón) y River Plate (escolta).
Dos años más tarde, en una gira por Italia, un equipo de Platense obtuvo una resonante victoria en un amistoso ante el Milan en el propio Giuseppe Meazza (3-2), con dos tantos de Federico Geronis y otro de Omar Cuello.
En 1955 descendió por primera vez a la Primera B y regresó al círculo privilegiado en 1964, tras vencer en la final a All Boys por 2-1, en una cancha de San Lorenzo repleta por 50 mil espectadores.
En 1971 no sólo perdió la categoría y regresó al ascenso sino que fue desalojado de su casa de Manuela Pedraza y Crámer. Empezó el peregrinaje de actuar como local en canchas como Atlanta o San Lorenzo. En el Viejo Gasómetro de Boedo, en 1976, Platense volvió a Primera, tras superar a Villa Dálmine (1-0).
El retorno a la máxima división aportó, indudablemente, recuerdos perdurables en el hincha del ‘Marrón’. Es que durante tres campeonatos consecutivos (1977, 1978 y 1979), Platense eludió el descenso en forma cuasi milagrosa, obteniendo triunfos claves en las últimas jornadas. En 1979, el club inauguró el estadio Ciudad de Vicente López, ubicado a la vera de la avenida General Paz.
Platense se mantuvo en Primera hasta 1999, período en el que descendió a la B Nacional. Desde allí no pudo regresar al máximo escalón del fútbol local e –incluso- en algunas temporadas hasta ‘mordió el polvo’ de jugar en la tercera categoría (Primera B).
Su goleador histórico es Daniel Vega, con 86 conquistas, y su emblema artístico, el inolvidable cantor de tangos, Roberto “Polaco” Goyeneche.