Aquel momento histórico y soberano para nuestro país, nos hacía mucho más que libres e independientes, nos dejaba un camino que nos acompañaría por siempre, marcado por la lucha, por la fuerza de mantener bien alto lo que habíamos conseguido y ese clamor de patria libre, hoy se siente desde cada rincón argentino con el pecho lleno de esperanza y con la misma intensidad que aquella vez.
El 9 de julio de 1816, se escribió la página que cambió nuestra historia, la que nos devolvía la fe y la hermandad como pueblo, la que nos unía para siempre, con un grito ensordecedor de LIBERTAD!
Esas voces llenas de orgullo, nos empujaban a crecer, nos definían como una nación independiente y pujante, nos hicieron fuertes, nos llenaron las manos de sueños, de trabajo y de honor.
Y hoy 205 años después, pienso en cuánta emoción habrán sentido aquellos que lo lograron, y sobre todo imagino, que pensarían si pudieran ver la Argentina de hoy, esa misma, que con tanto compromiso y esfuerzo forjaron nuestros abuelos, la que nosotros vamos a dejarle a nuestra descendencia, la Argentina que hoy sufre, pero que no se rinde, la que a veces parece derrumbarse, pero que siempre sale adelante. Nuestra querida Argentina, la que tenemos el derecho y la obligación de proteger, de reconstruir y de llevarla nuevamente a lo más alto.
Ese objetivo depende de cada uno de nosotros, de las acciones que hagamos a diario, de aquellos que no descansamos en busca de gloria, de los que proyectamos, de los que seguimos apostando por el respeto al prójimo, por la educación de calidad, por el trabajo digno, por la democracia, por la construcción de un futuro con oportunidades acá, en nuestro propio suelo, y no tener que ver a nuestros hijos emigrar, porque lo mejor para ellos no está en su país, me niego a que eso siga pasando, y por eso, no me quedo callada, no me cruzo de brazos, levanto la mirada y alzo mi voz. Porque nuestra Independencia, es algo inmensamente profundo, es mucho más de lo que nos cuenta la historia, es emoción por nuestros colores celeste y blanco, es pertenencia, es identidad, es ser dueños y arquitectos de nuestro propio destino. Es ser orgullosamente Argentinos, defendiendo nuestros valores, nuestros derechos, que son, en estos tiempos tristemente vulnerados y robados.
Por eso….Sigamos despertando, proyectando hacia adelante, sigamos haciéndonos escuchar, el momento es ahora, porque SOMOS LIBRES, y hoy necesitamos sentirlo en el corazón más que nunca, necesitamos mirarnos, encontrarnos y saber que no estamos solos, que somos muchos los que estamos convencidos y no queremos una patria herida, y que somos muchos más, los que vamos a luchar para sanarla, para que sea la república que todos soñamos ver, la que nos distingue del resto del mundo, la que llora al escuchar el himno y al honrar a sus héroes, la que sigue de pie, firme, la que jamás se rinde, la que sigue unida, gritando LIBERTAD Y VIVA LA PATRIA!!!!!!!
Por Yesica Avejera – Concejala Escobar Juntos por el Cambio
