9J – Enseñanzas del pasado

Las fechas patrias son fundamentales para la construcción de la identidad de una nación. Son fechas de reflexión y de recuerdos. Homenajeamos a los padres de la patria y conmemoramos sus fallecimientos.

Siempre van a estar ahí, en el Olimpo Criollo, observándonos tanto como para criticarnos como para felicitarnos. Obviamente que al estar allí, tan lejos, no sabemos qué es lo que piensan de nosotros y es ahí cuando comienza una tradición milenaria que es la de la utilización del pasado. Por medio de esto, cada escritor, historiador, gobernante o dirigente político reinterpreta el legado histórico de nuestros antepasados y lo adapta al contexto contemporáneo.

brickel

Son muchos los ejemplos, desde los egipcios, griegos, romanos, reyes europeos hasta presidentes latinoamericanos, todos “ metieron mano” al pasado para adaptarlos a sus necesidades. Siempre se dijo que la historia, como ciencia, es propia de los historiadores pero no siempre esa regla se respeta; “lo que pasó” siempre va a ser reinterpretado por las generaciones venideras y nuestros antepasados van a hacer y decir cosas que nunca dijeron. La Historia se basa en documentos escritos, en cambio, el bronce de los próceres se lustra todos los años con el pulidor de nuestro sentimiento patriótico.

Argentina, un país

Hoy nos vestimos de celeste y blanco para celebrar otro aniversario de nuestra independencia (mañana lo vamos a hacer porque juega la selección), nos unimos como pueblo para recordar nuestra más profunda fecha que fue el del nacimiento de Las Provincias Unidas de Río de la Plata. Pero, ¿qué pasó el 25 de mayo de 1810? ¿No fue la independencia? ¿Por qué tenemos dos fechas patrias? ¿Por qué no se declaró la independencia en 1810? ¿Qué pasó desde 1816 hasta la sanción de la constitución el 1ro de mayo de 1853? Si bien hay varias respuestas para estas preguntas, la más acertada sería que los argentinos de antaño no se pusieron de acuerdo en el país que debíamos tener. Todos querían tener un país independiente pero no sabían cómo.

El 25 de mayo fue una revuelta porteña que juró fidelidad al rey español y el 9 de julio fue fruto de un congreso con representantes de algunas provincias y se tomaron varias décadas para sancionar una constitución liberal, pero cuando se pusieron de acuerdo, Argentina creció y llegó a ser un país próspero que se convirtió en un faro para el mundo.

En un siglo pasamos de una economía colonial poco desarrollada a ser uno de los países más ricos del mundo. Fuimos pioneros en políticas educativas y pudimos alimentar al mundo con nuestros productos. ¿Qué nos pasó?. Desde principios de los 70 entramos en una espiral de sucesivas crisis económicas y mediocridad institucional que nos está llevando a ser uno de los países más pobres del mundo. Sería fácil echarle la culpa a un partido político o grupo de dirigentes pero no es así, la crisis que estamos viviendo tiene ya muchas décadas y personalmente, creo que es culpa de todos nosotros.

Nuestra clase política es fruto de una sociedad que dejó de mirar al progreso comunitario como meta y que adoptó como fin supremo una falsa sensación de estabilidad individual. No importa cómo está mi vecino mientras que “los míos estén bien”. Dejamos de ser solidarios, sólo pensamos en nosotros y eso después se ve reflejado en nuestra clase dirigente. Si algo nos enseñaron nuestros próceres es que para salir del pozo hay que ponerse de acuerdo, y los argentinos cuando nos unimos somos imparables. ¡Feliz día de la patria!

Por Mariano Visoso – Profesor de historia y lic. en gestión educativa – Consejero escolar de Juntos por el Cambio Tigre