Por Eduardo Cáceres*
Cada 9 de Julio conmemoramos el coraje de aquellos que en 1816 decidieron romper las cadenas con la corona española y declarar la independencia de nuestra patria. Fue un acto de valentía, pero sobre todo de visión: entender que sin libertad no hay futuro posible. Hoy, a 209 años de aquel hecho histórico, me pregunto: ¿de qué deberíamos independizarnos los sanfernandinos?
Porque mientras recordamos con orgullo a los patriotas de Tucumán, en nuestra ciudad seguimos presos de otro tipo de dependencias: la desidia del Estado, el castigo al que trabaja, el premio al que acomoda. Seguimos dependiendo de un sistema que castiga al comerciante, que empuja al que quiere emprender y que le da la espalda a los vecinos que piden respuestas, no discursos.
Necesitamos una nueva independencia. Una independencia de la impunidad, del clientelismo, de los privilegios eternos. San Fernando tiene potencial de sobra para crecer, pero está atrapado en una lógica que hace décadas prioriza a la política sobre la gente. Y eso tiene que terminar.
Los valores de 1816 siguen vigentes. Ser independientes hoy es exigir transparencia, que las cuentas municipales estén claras, que se invierta donde más se necesita, que se escuche al vecino y no se lo use para una foto. Es tener un Estado al servicio de todos, no de unos pocos.
Por eso, en este 9 de Julio, más que recordar, elijo renovar mi compromiso con una ciudad distinta. Con una gestión que dé la cara, que no se esconda, que rinda cuentas. Porque la libertad también se construye en lo local. Y porque San Fernando merece un futuro independiente, justo y posible
*Eduardo Cáceres, concejal del PRO en San Fernando