Académicas y académicos del mundo en Tecnología dicen que las criptomonedas son el Internet de la década del 80, la electricidad de hace siglos. Cuando te remontas a esos tiempos, ya sea la de la aparición de la electricidad, la creación del primer tren, la gestación del primer avión y la irrupción de Internet, suena a un coctel muy masculino y es que lo era. La ciencia, la tecnología, los servicios públicos, las industrias, eran actividades masculinizadas. La realidad empezó a mostrar un giro contundente y podemos ver presencia de mujeres en todos esos ámbitos.
Ahora migremos a lo local, sin por eso remarcar que en Argentina existen brechas de desigualdad estructurales, las mujeres ganan menos que los hombres, brecha que se incrementa en el mercado informal, así como la asimetría en la distribución de tareas de cuidado no remuneradas, que menoscaban la inserción laboral. Sin embargo, las mujeres en nuestro país vienen alcanzando un nivel de educación formal más alto, la participación en el mercado laboral es menor a la de los hombres, y mucho menor el bajo promedio de ocupación de cargos jerárquicos o de dirección.
Por ello, lo público pone la lupa como nunca antes sobre la perspectiva de genero. Dicha manifestación, no significa que sea suficiente.
Prueba de lo antedicho, son la incorporación de más mujeres en lugares históricamente referenciados con hombres, el destacado trabajo de Malena Galmarini, titular de la empresa Aysa, que hace frente al machismo de la obra publica y del que se vive en una empresa. En el mismo orden de ideas, Marisa Lopez, es la única del todo el país en ocupar el Ministerio de Hacienda de la Provincia de San Juan, la gestión de Carla Domenioconi, a cargo de la subsecretaria de Hacienda de la Provincia de Buenos Aires, el importantísimo organismo ANSES, que por primera vez es precedida por una mujer, Fernanda Raverta, la cartera de salud liderada por la Dra. Carla Vizzotti, también por primera vez el Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires ejercido por Mara Ruiz Malec. Asimismo, respecto a áreas como sea la Mineria y Ciencia y Tecnología, en más de ocho provincias se encuentran a cargo de mujeres.
Para torcer ese destino completamente y que sea rotunda la participación de mujeres en ámbitos masculinizados y ergo en puestos jerárquicos de aquellos lugares hace falta más educación formal, políticas sociales y de tareas de cuidado compartido, más empoderamiento, decisiones en lo público y privado con mirada de género, continuar tejiendo redes entre mujeres de lo publico-privado.
No obstante, a la vista de la brecha abierta en el mercado laboral, desigualdades sociales y la escasa igualdad y justicia , me viene a la mente en puertas del 8M, que las mujeres asistiremos con un gusto acido, entre lo dulce de lo alcanzado y lo amargo de lo que falta.
Por Carolina Bello – Delegada Regional Tigre del Ministerio de Trabajo de Provincia de Buenos Aires.
