DIGAMOS BASTA!
Este 8 de marzo nos movilizamos de plaza de Mayo a Congreso.
Las mujeres trabajadoras, las jóvenes estudiantes y lxs niñxs de nuestro país están siendo la franja más afectada por los ajustes en curso. Los pactos del gobierno con el FMI privilegian el pago de las deudas contraídas por el macrismo y gobiernos anteriores, mientras retira asistencias miserables como la del IFE a la población. Esta brutal realidad se corona con una ola de femicidios que diferentes estamentos del Estado dejaron correr o directamente ejecutaron.
La zona norte está atravesada por numerosos casos de femicidios, casos de abusos y violencia; donde las redes de trata y el narcotráfico, en convivencia con el Estado, actúan en absoluta impunidad. Tal es el caso del femicidio de Luna Ortiz, cuyos padres siguen hoy luchando por justicia.
El 70% de las personas más pobres son mujeres, los salarios más bajos son los que recibimos en el trabajo doméstico, en el ámbito rural y en trabajos de maestranza, los planes sociales están congelados y los mismos promedian ingresos de 10 mil pesos cuando la canasta básica total supera los 56 mil pesos. Entre lxs niñxs de 0 a 14 años la pobreza y la indigencia trepan a una cifra por encima del 53%. Esta barbarie requiere la puesta en pie de nuestro paro internacional de mujeres, que año tras año venimos defendiendo desde 2016, cuando encabezamos el primer paro nacional ante la indignación por el femicidio de Lucía Pérez.
La zona norte contiene hoy un conjunto de conflictos y por la defensa de las condiciones de trabajos; los puestos de trabajo, los salarios donde decenas de mujeres son las protagonistas, tal es el caso de las profesionales de la salud de la Clínica San andres de San martin; las trabajadoras del Hospital Larcade, las centenares de luchadoras del movimiento piquetero que están dando una pelea implacable contra el hambre, las trabajadoras de casas particulares, el sector laburante con un 97% de mujeres quienes sufren un salario de indigencia decretado por el Estado nacional.
En lo relativo a las políticas específicas para las mujeres, el año pasado el Ministerio de las Mujeres sólo planteó la estafa del ‘Barbijo Rojo’, de la cual, por supuesto no hablaron más. Sobre el anunciado “Plan Acompañar” las mujeres más vulnerables no tienen noticias.
En este contexto se produce más de un femicidio diario y cada vez con más fuerza brota la indignación popular porque la responsabilidad del Estado salta a la vista. Florencia Figueroa de Malvinas Argentinas, Maria Florencia Santa Cruz, Maria Florencia Alarcon, Georginna Diaz, Luna Ortiz, Araceli Funes son algunas de las victimas de femicidio de la zona donde el Estado las abandonó y aún hoy las familias siguen luchando por justicia. La bronca y la organización de la familias se hacen oír en toda la región; en Escobar acaban de movilizarse contra la violacion de une joven de 14 años cuyos violadores paseaban libremente. Nos movilizamos al los juzgados de San Isidro, fiscalía de Malvinas el último 17 de febrero en el contexto de la movilización, por NI Una Menos. Este 7 de marzo el movimiento de mujeres y diversidades de zona norte se moviliza en el centro del distrito de Tigre a 17 años de la desaparición de Viviana Altamirano.
El 8 de marzo tenemos que movilizarnos con planteos que superen la acción del Estado que promueve la violencia y los femicidios. Los ministerios ya fracasaron porque anteponen la defensa de una orientación patriarcal y capitalista a la defensa real de las mujeres, hay que superarlos organizando un Consejo Autónomo de Mujeres desde nuestro propio movimiento, con presupuesto estatal pero con total independencia de los gobiernos sobre las políticas a implementar y sobre la orientación a seguir. Hay que salir a las calles a reclamar la puesta en pie de un fuero único de violencia de género con elección de jueces y fiscales y con revocabilidad en los cargos.
Por Daiana Cabrera, dirigente del Partido Obrero y del PDT zona Norte