Úrsula Bahillo había realizado 18 denuncias por violencia de género contra su exnovio, el policía Matías Martínez, quien finalmente la asesinó el 8 de febrero pasado. El Poder Judicial había desoído cada uno de estos pedidos de protección y la joven de 19 años terminó convirtiéndose en una nueva y dolorosa víctima de femicidio.
La Justicia patriarcal viene exhibiendo con impunidad su desidia o inoperancia, según el caso, a la hora de proteger y defender a las mujeres. En buena parte, esto explica las cifras alarmantes de femicidios.
Un ejemplo bien claro de este insostenible desinterés judicial lo da la propia Corte Suprema al negarse sus integrantes a realizar la capacitación de la “Ley Micaela”, que nos obliga a todas y todos las y los agentes del Estado a formarnos en género y violencia de género. Con esta postura incomprensible, el mensaje del máximo tribunal del país es más que preocupante.
Con su claridad y valentía, Cristina Fernández de Kirchner lo denunció la semana pasada: “El Poder Judicial incide todos los días en la vida de los argentinos, en la de las mujeres que masacran en femicidios espantosos. Y ustedes, jueces y fiscales, se quedan sentados y no pasa nada, y no hacen nada”.
Necesitamos una transformación de la Justicia para que se convierta en una institución empática hacia las mujeres, que entienda nuestras problemáticas, que actúe en tiempo y forma ante los hechos de violencia, que nos proteja y contenga, que no nos revictimice ni abandone.
No vamos a permitir que nos sigan matando, vamos luchar hasta lograr un Poder Judicial con perspectiva de género. En este Día Internacional de la Mujer, y en cada día, seguiremos exigiendo y militando la reforma judicial feminista en nuestros ámbitos de acción y en las calles. ¡Ni una menos!
Por Roxana López – Diputada provincial por el Frente de Todos – Licenciada en piscología – vecina de Don Torcuato.