Con su campaña gráfica “8M: Construimos un presente y un futuro más igualitario – Deconstruir para construir”, en el Día Internacional de la Mujer, AySA celebra cómo, a través de la implementación de una política de género transversal, son cada vez más las mujeres que pueden insertarse laboralmente en sectores históricamente masculinizados relacionados a la gestión y operación de los servicios de agua y el saneamiento.
“Hoy quiero agradecer a todas las mujeres de AySA que todos los días trabajan y defienden el lugar que merecen. Pienso en la familia sanitarista que conocí cuando comencé la gestión, y puedo ver la capacidad de transformación para deconstruir y construir un mundo más igualitario. Sólo con el trabajo constante y permanentemente de todas y todos, logramos que la brecha de género se acerque hacia la paridad en la empresa.” expresó Malena Galmarini, presidenta de AySA.
Desde que asumió como la primera presidenta mujer de la empresa en diciembre de 2019, Malena Galmarini cumplió con su objetivo de implementar acciones con perspectiva de género a través de la creación de una dirección que aborda de manera transversal la construcción, desarrollo y ampliación constante de esta política.
A través de políticas que permitieron la incorporación de mujeres en roles no tradicionales, AySA alcanzó un 24% de cupo femenino y continúa trabajando hacia una nómina paritaria en cargos y funciones. Por otro lado, a partir de la firma de convenios con distintas universidades, la empresa busca atraer al talento femenino en áreas técnicas. Cabe destacar, que la obra más grande que lleva adelante AySA, Sistema Riachuelo, está a cargo de una ingeniera. “Es muy importante visibilizar ese rol, tanto para que las niñas y jóvenes conozcan que se puede ejercer profesionalmente sin estereotipos y también para ayudar a que otras empresas de la Argentina a que repliquen la experiencia”, destacó Galmarini.
El proceso de transformación de las brechas de género, implica desarraigar también aquellas que no se ven y que en el ámbito laboral provocan, por ejemplo, desigualdad salarial. Por esta razón, la empresa lleva adelante una política de gestión menstrual que consiste en la entrega de un kit de productos reutilizables y un bono para que las trabajadoras puedan afrontar los gastos extra que conlleva ser personas menstruantes.
A su vez, desde 2021, AySA otorga 30 días de licencia por paternidad y permisos para tareas de cuidado para personas no gestantes, como apuesta a fomentar la cultura de la corresponsabilidad de las tareas de cuidado para que sean distribuidas de manera equitativa. Hasta el momento ya han gozado de las licencias hacia la corresponsabilidad más de 200 trabajadores, con evaluaciones cuantitativas muy favorables.
Otra brecha histórica que expulsa a las mujeres de ámbitos laborales son las violencias laborales y domésticas por motivos de género. En esa línea, una meta inicial de esta gestión fue implementar protocolos específicos para abordar este tipo de situaciones, con una tolerancia cero por parte de la empresa a este tipo de violencias. La empresa lleva recibidas más de 70 denuncias que dieron lugar a varias desvinculaciones en los casos que la naturaleza de los hechos lo ameritaba. En muchos casos se ha podido abordar con mecanismos de Capacitación y sensibilización psicoeducativos.
Por otra parte, se incorporó el sello violeta, es decir, para toda empresa que sea o quiera ser proveedora de AySA es condición necesaria que capacite a su personal en materia de género.
Cabe destacar que AySA lidera la red de género de agua y saneamiento de América Latina y el Caribe, marcando agenda dentro de organismos internacionales en materia de género. “Es una gran responsabilidad. Debemos ser una guía para el resto de las empresas del rubro en nuestro país, impulsarlas para que puedan apropiarse de nuestras políticas y transformar también las realidades de la población a quienes proveen servicios”, concluyó Galmarini.
Dentro del ámbito de la obra pública, AySA participa de forma activa en esta revolución transformadora que se ha iniciado en los últimos años, incorporando a cada vez más mujeres a roles operativos históricamente masculinizados.
Con el deseo intacto de que el mundo sea más igualitario para que todas las mujeres tengan vidas más vivibles, desde AySA se continúa en el camino de cuidar y ampliar los derechos que garantizan las igualdades fundamentales entre las personas.
