Por Ana Etcheverry*
“Sabemos que tenemos enemigos que han comenzado a mostrar sus uñas. Pero también sabemos que tenemos a nuestro lado al pueblo, y cuando éste se decide a la lucha, suele ser invencible. Hoy es visible, en esta circunstancia de lucha, que tenemos al pueblo, y nosotros no defendemos ni defenderemos jamás otra causa que no sea la causa del pueblo. Yo sé que hay muchos que quieren desviarnos en una o en otra dirección; pero nosotros conocemos perfectamente bien nuestros objetivos y marcharemos directamente a ellos, sin dejarnos influir por los que tiran desde la derecha ni por los que tiran desde la izquierda”, Juan Domingo Perón a una Plaza de Mayo colmada, en su último discurso el 12 de Junio de 1974.
A 50 años de su paso a la inmortalidad, sus palabras, su vida, su forma de pensar y ejecutar la política siguen plenamente vigentes.
JUSTICIA SOCIAL, SOBERANÍA POLÍTICA, INDEPENDENCIA ECONÓMICA siguen siendo los principios rectores que ordenan al movimiento nacional y popular, aunque están, lamentablemente, muy lejos de ser realidad efectiva.
A 50 años de Perón nuestros enemigos siguen acechando. Hoy no muestran las uñas, son gobierno, y nosotros que no defenderemos jamás otra causa que no sea la del pueblo, ¿qué tenemos que hacer en esta etapa? La respuesta está en disputa, no importa cuando leas esto.
Propongo humilde y orgullosamente retomar las ideas de Juan Grabois como aporte e invitación – Organizar la bronca y construir la alternativa –
ORGANIZAR LA BRONCA
Construir comunidad organizada. A una parte del peronismo le cuesta mucho pensar qué hacer mientras no somos gobierno, son los que creen que solo se hace política desde el Estado y sí se puede desde un cargo de funcionario o funcionaria mucho mejor. Triste forma de ser peronista la de aspirar más a despachos que a transformar la realidad del pueblo. A diferencia de ellos, hay quienes creemos que las tareas en esta etapa son muchísimas, necesarias y valiosas. Primero desde una posición ética, mientras más de la mitad de nuestro país es pobre no se puede estar de brazos cruzados. Este gobierno eligió la destrucción del Estado y de las redes comunitarias como tareas prioritarias. A fuerza de estigmatización, desfinanciación y criminalización, atenta y amenaza todo aquello que sostiene a los últimos y las últimas. Cuando el Estado se achica y no puede garantizar derechos, cuando las redes comunitarias son amenazadas y reducidas a su mínima expresión, lo que avanza dando respuesta es otra cosa. Avanzan los narcos ofreciendo alternativas de sustento económico y avanza el consumo como forma de escape a la terrible realidad. Avanza también la deserción escolar, la precarización del trabajo y de la vida en general. Para evitar el corrimiento del Estado estamos complicados, tenemos que volver a ser gobierno (tarea a la qué nos debemos disponer incansablemente por la potencia de todas las transformaciones que desde allí pueden suceder), en el terreno en el que sí podemos incidir en el plano más inmediato es en reforzar las redes comunitarias. La enorme tarea de la comunidad organizada, que incluso desprovista de todo recurso multiplica los panes y sabe poder más. ¿En función de qué? De todo lo que se pueda. Alimentar a quienes lo necesitan, cuidando la vida y la salud a través de las promotoras de salud y de géneros; acompañando las trayectorias escolares de nuestros pibes para que no dejen la escuela; dando cobijo a quienes están en situación de calle, abriendo las básicas para propiciar encuentros, formaciones, intercambio de ideas e infinitos etc. que nos acercan y nos potencian.
Contener, cuidar, acompañar, sostener, encontrarse, prefigurar, esas tareas que los genios de la política desestiman por ser asistencialistas o no tener impacto electoral, esas son LA TAREA. Porque no todo es un cálculo electoral y porque hacemos política desde una posición ética y PROFUNDAMENTE HUMANA y al avance de la miseria planificada hay que presentarle una resistencia implacable.
Pero caminar junto a los últimos en esta crisis, además de una decisión ética y humana puede ser también una decisión estratégica acertada en el plano de la política electoral. En un contexto en donde nuestro movimiento perdió tanta credibilidad y confianza entre la gente tenemos que trabajar para reconstruir esa confianza, como punto de partida para ser una alternativa atractiva. ¿Cómo queremos ganar elecciones? ¿Juntándonos a tomar cafés durante 4 años en oficinas con supuestos dirigentes que cada vez conducen a menos personas? La representación está hecha pedazos, los conductores no conducen, la política cambió y nuestro pueblo no nos elige porque estuvimos y estamos demasiado lejos.
Desde y con nuestro pueblo no solo vamos a organizar la resistencia a la terrible crisis que enfrentamos y construir la confianza necesaria para volver a ser una alternativa electoral, sí hacemos las cosas bien y construimos organización potente, durante estos años vamos a construir las bases de las políticas públicas que vamos a desarrollar cuando seamos gobierno.
Durante el macrismo, las organizaciones sociales relevaron las condiciones habitacionales de cada barrio popular del país y sin saberlo construyeron las bases de una de las mejores políticas de urbanización de barrios populares que hubo, las de la Secretaria de Integración Socio Urbana que conquistamos después.
Porque no alcanza con ganar, después hay qué gobernar, y sí en estos años no aprendemos nada de cómo vive y siente nuestro pueblo, de qué necesita y anhela, no vamos a gobernar bien, ya cometimos ese error, evitemos hacerlo de nuevo.
CONSTRUIR LA ALTERNATIVA.
Construir un proyecto político que tenga sentido para esta etapa tan crítica que nos toca afrontar. Qué retome las necesidades diversas de nuestra Argentina federal, que valore las experiencias que existen y dé respuestas a los problemas que enfrenta y enfrentará la Argentina qué se viene. Con altísimos niveles de pobreza y desempleo, una enorme crisis habitacional y de vivienda, la expansión del narco y del delito organizado, una epidemia de salud mental particularmente crítica en nuestras juventudes, una economía en crisis con una deuda posiblemente mayor a la que hoy tenemos entre muchas otras cosas difíciles de afrontar.
Construir un proyecto político. Un proyecto que enamore. Construir horizontes, perspectivas. Con nuestras banderas históricas a la cabeza, pero con alguna hoja de ruta de cómo lo vamos a llevar adelante. No alcanza con decir “justicia social” para que suceda, tenemos que planificar lo más detalladamente posible qué vamos a hacer para qué suceda.
Sin un proyecto, sin un rumbo claro, vamos a dar por sentado acuerdos que no tenemos, y sin un proyecto común aparecen las internas y nos comen la agenda. Las internas están hoy y han estado siempre, son parte de este y de todos los movimientos políticos y sin negarlas creo que tenemos que disponernos a que ocupen el menor espacio y tiempo posible.
Construir la alternativa desde el trabajo que hacemos día a día, planificando el país que queremos a corto, mediano y largo plazo. Sentandonos a pensar, escribir y redactar el país que soñamos. Construir con otros esa tarea. Perón tuvo sus planes quinquenales, tenemos que construir nuestro tercer plan quinquenal para la etapa que se viene.
No se puede armar una vez que se llega al gobierno, menos que menos suponer que no hace falta. Hay qué hacerlo y hay que empezar ahora. Desde el Frente Patria Grande hemos elaborado junto a movimientos sociales, sindicatos, miembros de la iglesia, intelectuales y más, el Plan de Desarrollo Humano Integral en donde desarrollamos el país que queremos y políticas públicas para una Argentina con Tierra, Techo y Trabajo para todos.
Es una propuesta de acceso público que se encuentra en la página de Argentina Humana y que esperamos que se enriquezca de nuevas ideas y miradas.
A 50 años del paso a la inmortalidad de Perón nuestros enemigos siguen acechando, hoy son gobierno, pero como dijo el general tenemos a nuestro lado al pueblo y cuando éste se decide a la lucha, suele ser invencible. A no bajar los brazos, a no desmoralizarse, a organizar la bronca y construir la alternativa, porque cuando todo se pone jodido es cuando más hay que poner.
*Ana Etcheverry – Militante del Frente Patria Grande – San Fernandina – Lealtad y ternura