Mujeres de carne y hueso, que veo levantarse y seguir frente a cada caída, día a día. Jóvenes, niñas y adultas.
Pensar en ellas me conmueve profundamente, me emociona Hasta las lágrimas. Y es ahí donde ese grito se vuelve tan real en mi vida: ” ahora que si nos ven”…. Tan maravilloso. El colectivo de mujeres que año tras año gritamos NI UNA MENOS pudimos imponer que nos vean, que nos dejen de invisibilizar, y ahí me descubro visibilizando yo misma a tantas mujeres, a las mujeres en mi vida, todas ellas que hacen y han hecho la diferencia.
Sí algo aprendí de todos estos años de lucha por lo equidad es que la revolución esta en nuestras manos permitiendo que el corazón y el alma se eleven cada vez que una de estas mujeres esta cerca. me descubro minuto a minuto con ganas de decirlo una y otra vez, esa sororidad sana, construye y permite lo que creíamos imposible.
Hoy miremos a todas las mujeres de nuestra propia historia y digamosle lo significativas y maravillosas que son.
Gracias a todas las que me acompañan, y transitan este camino a mi lado.
Eugenia Ghiotto