En la solemne noche de la Vigilia Pascual del año 1774, los habitantes de Tigre se congregaron en su recién inaugurado templo parroquial de la Inmaculada Concepción para recibir con júbilo a su primer párroco. Aquella histórica jornada marcó el comienzo de una tradición de fe que ha perdurado a través de los siglos.
Hoy, dos siglos y medio después, bajo el inspirador lema “250 años celebrando la fe y sirviendo a los más necesitados en la Caridad”, la comunidad de Tigre se engalana para conmemorar este monumental hecho. En la noche más Santa de todas las noches, la parroquia abre sus puertas para recibir la visita de Monseñor Guillermo Caride, próximo obispo coadjutor de la diócesis de San Isidro, que presidirá la Vigilia Pascual.
Este aniversario no solo refleja el legado de una comunidad que ha sabido mantener viva la llama de la fe, la oración y la solidaridad; sino que también reafirma el compromiso de seguir siendo un faro de esperanza, oración y servicio para los más necesitados y para todos los que busquen refugio, fortaleza y alegría bajo el manto de María Inmaculada.
