24M – La historia nos pide profundizar

Han pasado 44 años desde el inicio de la última dictadura cívico-militar que arrasó nuestro país. 44 años en los cuales recién a partir del año 2003 logramos como Estado poner en primer plano a los Derechos Humanos y así comenzar a desandar una historia que tanto dolor ha causado y aún causa, con heridas abiertas y crímenes que aún hoy están siendo cometidos.

Hemos avanzado en los juicios de la Memoria, esos juicios por los que durante tanto tiempo los organismos de Derechos Humanos han luchado para llevar adelante. Hoy en día tenemos más de 600 exmilitares condenados y en cárcel común, y miles que están siendo juzgados por los tribunales de la democracia.

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Pero aún nos queda mucho por andar, los responsables civiles, aquellos empresarios, eclesiásticos y distintas organizaciones de la sociedad, que no sólo han colaborado con la dictadura, sino que han sido impulsores, defensores y garantes de la misma, todavía en la mayoría de los casos, ni siquiera han sido puestos en el banquillo de los acusados.

Avanzar en este sentido resulta imprescindible para poder desterrar de las posibilidades de nuestra historia futura que aquello se repita. Los militares no estaban solos, eso ya está claro, por eso nos merecemos como sociedad saber quiénes fueron todos los responsables de las atrocidades cometidas, y que sean juzgados y condenados por sus actos.

En tiempos donde la pandemia mundial nos obliga a quedarnos un 24 de marzo en nuestras casas, sin poder ir a la Plaza de Mayo como todos los años, muchos vemos como el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, El Presidente de la Nación, las convoca a colaborar ante esta emergencia sanitaria.

Este hecho nos obliga a pensar cual es el rol que deben tener las FFAA en nuestra sociedad. Es vital para el desarrollo de un Estado democrático que sus Fuerzas estén cien por ciento bajo la autoridad del Comandante en Jefe, así como deben tener una tarea definida ante distintas circunstancias, por ejemplo, la que nos toca vivir, u otras que lo ameriten.

Necesitamos que las Fuerzas estén al servicio de la comunidad, que sean la institución democrática que toda Nación precisa, y que sean pieza de construcción de la identidad nacional, trabajando por un país más justo y democrático, como su mandato lo exige.

Lamentablemente no podremos salir a las calles este 24, pero cada compañero estará presente en nuestros balcones y ventanas con los pañuelos que ya muchos estamos confeccionando para colgar en ellos.

La Memoria, la Verdad y la Justicia no son sólo una marcha o un juicio, son nuestras acciones de todos los días y sobre todo deben ser la bandera de nuestra conducta como ciudadanos, así como la Soberanía Política, la Independencia Económica y la Justicia Social.    

Por Juan Martin Crotti