Hoy se conmemora un nuevo aniversario del inicio de la dictadura militar más sangrienta que gobernó la Argentina entre 1976 y 1983.
Como actores políticos, y como ciudadanos, estamos en la obligación moral de recordar esta nefasta fecha, porque hacerlo es fortalecer la democracia.
Memoria, Verdad y Justicia debe ser un grito permanente, no sólo para la construcción de una identidad colectiva, sino para garantizar que Nunca Más nadie se crea dueño de la vida, ni de los derechos de ningún argentino.
En 1983 Raúl Alfonsín dio su histórico discurso de asunción del primer gobierno de la recuperación democrática y allí sentenció: ¨Por los primeros 100 años de Democracia¨. No como una fecha límite, sino como un desafío de las generaciones contemporáneas y futuras de resolver las deudas de la democracia con más democracia, nunca con menos.
Cada día debemos renovar nuestro compromiso con la defensa de la libertad, de la república, de la constitución nacional, y de los derechos humanos, en cualquier lugar de nuestra Nación donde se intente violar, vulnerar o atropellar.
Por eso cada día también, debemos estar atentos, toda la ciudadanía por igual, a cualquier falta de valoración al apego de la ley, de las libertades individuales y colectivas. Como así también oponerse de forma contundente al intento de imposiciones reaccionarias. Porque si algo nos quedó como enseñanza, es que esas acciones conllevan consecuencias nefastas.
Nadie puede hegemonizar ninguna conquista social, mucho menos la recuperación y la consolidación de la democracia, y la defensa de los derechos humanos. Hacerlo es violentar la historia, y sin verdad histórica no hay futuro posible.
Quienes nos comprometemos con la realidad que nos rodea y trabajamos incansablemente para consolidar derechos adquiridos, pero también para conquistar nuevos, relacionados con la libertad y la mejora de la calidad de vida de todos, podemos equivocarnos varias veces al día. Pero quienes aún en el conocimiento de las injusticias que quedan por resolver, no se comprometen con nada, nacieron equivocados.
Utilicemos este día entonces para reflexionar, qué y cuánto aporta o puede aportar cada uno de nosotros para consolidar, fortalecer y mejorar la democracia y la república. Y así, con la frente en alto y claro el pensamiento, cada 24 de Marzo podremos unirnos a esa declaración de principios del Fiscal Strassera y gritar bien fuerte: ¨NUNCA MÁS¨.
Por Marcelo Di Mario – Referente de Juntos por el Cambio en Malvinas Argentinas.
