20J – Dia de la Bandera, no tuya, nuestra!!!

Casi siempre los acontecimientos superan a los protagonistas. Uno desconoce la magnitud de sus obras hasta que estas lo sobrepasan o incluso sobreviven.

Un episodio totalmente fortuito o incluso mínimo puede ser el origen de hitos o epopeyas que perduran en el tiempo. Eventos que adquieren vida propia después de producirse marcando no solo a sus ocasionales actores sino también a la posteridad.

Esto es, sin muchas dudas, lo que originó el Gral. Belgrano un 20 de junio. Él deseaba que sus soldados se identifiquen, que sientan -como diría algún psicólogo contemporáneo- pertenencia, y se le ocurrió que necesitaban un estandarte, una bandera.
¿Era consciente que aquel día estaba creando un punto de inflexión en la personalidad de una nación? Probablemente no. Sin embargo así fue y ello quedó plasmado a través del tiempo como una suerte de marca registrada de la argentinidad: la celeste y blanca.
El tiempo suele ser un tirano implacable y pasó, trayéndonos a los que veníamos detrás. Una y otra generación sucediéndonos cíclicamente, pero nuestra bandera ha estado siempre allí, acompañándonos. Muchas veces en glorias, pequeñas y gigantes, muchas veces en derrotas; algunas veces también flameando con orgullo y otras intentando esconder sus vergüenzas, pero nunca de rodillas. Como un espíritu etéreo nos va sobreviviendo.
Hoy volvemos a verla, mejor dicho, a reparar en ella. De algún modo la vida cotidiana y nuestros mundos individuales nos llevan a naturalizar su existencia -un error por cierto- pero allí se mantiene, sosteniéndose entre los vientos de una actualidad compleja. Es un testimonio de nuestra historia, y si nuestra memoria es esquiva no habrá mástil que resista. 
Hagamos, como Belgrano pretendió, sin egoísmos y mezquindades, una sólida columna de voluntades conjuntas detrás de ella, con pensamiento grupal, por el bienestar de quienes, en el futuro, deberían estar rindiéndole honores con el orgullo de pertenecer a la Nación Argentina.
“… bandera de la Patria, celeste y blanca, símbolo de la unión y de la fuerza, con que nuestros padres nos dieron independencia y libertad; guía de la victoria en la guerra y del trabajo y la cultura en la paz…”
  Jeremias Wolf – escritor y comunicador del Delta – lacolectivadeldelta@yahoo.com

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