Un día como hoy, hace 133 años, los trabajadores de Chicago en los Estados Unidos, iniciaron una movilización masiva que terminaría con cuatro dirigentes muertos, ejecutados en la horca. Conocidos como “Los mártires de Chicago”, reclamaban una jornada laboral de ocho horas.
A más de un siglo de aquel 1° de Mayo, los trabajadores hemos conquistado derechos, mejoras en las condiciones de vida y de trabajo, pero también hemos sufrido durísimas derrotas e históricos retrocesos. En la Argentina, con la llegada de inmigrantes de todas partes del mundo, se da la formación de la clase obrera a finales del siglo XIX. Todos ellos eran explotados y reprimidos cuando se manifestaban por sus derechos. Eran parte de la lucha universal y conmemoraban cada 1° de mayo a los compañeros masacrados de Chicago. Desde ese entonces, hasta la llegada de Perón al gobierno, la heroica lucha sindical, pasando por la conocida represión del Comisario Ramón Falcón a obreros anarquistas, la semana Trágica, las Huelgas de la Patagonia (entre muchas otras), fueron parte de la historia de un país que quería dejar de ser solamente el granero del mundo para ser un país industrializado, con organizaciones obreras.
Esto fue a sangre y fuego, ya que existía una elite agroganadera exportadora privilegiada que no lo iba a permitir fácilmente. En los años del peronismo, el 1° de Mayo pasó de ser una jornada de lucha a una fiesta del trabajo, ya que muchos de los derechos que eran demandados se materializaron y el movimiento obrero pasó a ser parte fundamental en aquellos años.
Como volveremos a ver más adelante, la fiesta se terminó y volvieron la persecución, tortura y la cárcel para los trabajadores. Llegando a nuestra historia la tragedia mayor: El terrorismo de Estado, donde éstos mismos trabajadores fueron las principales víctimas.
Con ello, se profundizaron las políticas neoliberales desde 1976. Anulación de derechos, destrucción del empleo, exclusión, indigencia, marginación, se mantuvieron incluso con la vuelta de la democracia. Pasando por los conocidos sucesos de represión de diciembre de 2001 y Puente Pueyrredon en 2002. El cambio de rumbo llegó con las reformas progresistas realizadas primero por Néstor Kirchner y luego por Cristina Fernández de Kirchner. Fue en alza la recuperación de derechos, la inclusión, el crecimiento de la economía, la industria y con esto, los puestos de trabajo y recuperación del salario fueron algunos de los avances durante los 12 años.
Hoy, desde hace cuatro años, volvimos a vivir los retrocesos que implica el neoliberalismo en materia económica, social y laboral. De la mano de un grupo de empresarios y corporaciones que quieren obtener cada vez más ganancias sometiendo al pueblo y a su clase trabajadora a la pobreza y la exclusión. Este breve repaso de la historia, deja siempre la enseñanza sobre que períodos, políticas y gobiernos son favorables para las mayorías. Esta historia podemos volver a escribirla si nos unimos y luchamos por el bien de la Patria, que la hacen las trabajadoras y los trabajadores.
Pedro Muñoz – referente Tigre Futuro
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