El 17 de octubre de 1945 los trabajadores y trabajadoras, los olvidados de nuestra patria fundaron el movimiento peronista. Por primera vez en la historia la tinta dueña de todas las cosas quedó al margen. Los partidos tradicionales de aquel entonces se unieron para negar al pueblo trabajador y su experiencia histórica. Fue un fenómeno fundante y como tal desorientó a conservadores de todo calibre, a partir del 17 de octubre tuvo categoría política la antinomia fundamental entre opresores y oprimidos: pueblo y Antipueblo.
John Williams Cooke expresó con claridad lo que significó la fecha para la política Argentina:
“(…) el fenómeno escapaba a la capacidad de comprensión de las
clases dominantes. Aceptaron la explicación de que se trataba de una
manifestación de malvivientes, grupos de desclasados y marginales
(«lumpenproletariat», aclararon los cultos de su «izquierda» cipaya), reclutados
por la policía. Así fue como pocos meses después, el misterio policial de octubre
se transformó en el misterio matemático de febrero: todos los partidos políticos, los
dueños de todos los votos, eran derrotados electoralmente por las organizaciones
que habían formado apresuradamente el nuevo movimiento nucleado en tomo a Perón”.
Un aspecto fundamental para comprender el carácter revolucionario del 17 de octubre es que por primera vez en nuestra historia una movilización de masas torció el brazo de la geopolítica (Aritz Recalde). Nuestra Nación que para entonces era una semi-colonia, sojuzgada por intereses ingleses y crecientemente yanquis se paró ante el mundo con un gesto soberano.
El pueblo fue a pedir la liberación de su líder, pero también a mucho más, los trabajadores y trabajadoras salieron a la calle a romper con lo establecido, a fundar un movimiento revolucionario que tenía en sus componentes el color de la tierra. Se ejerció soberanía popular, se trajo a un país de dudosas democracias la democracia del pueblo.
Evita organizo las bases y tuvo un rol fundamental en el movimiento que nacía, también dándole sentido revolucionario a la CGT que se vio desbordada por las bases obreras que no esperaron al 18 para parar.
La historia, a veces en manos de olvidadizos, niega el rol fundamental de la mujer que tomo el lugar de conductora en las horas decisivas de nuestra patria, la definición de Eva: “Patria, trabajadores y gobernantes constituyen una misma cosa” tomo forma.
Pasaron 74 años de aquel histórico 17 de octubre, el mapa político cambio para Siempre. Pueblo y antipueblo se enfrentaron una y otra vez y aun a pesar de la fusiladora, de la represión, de la persecución, proscripción, de la oscura noche de la última dictadura Cívico-Militar y de la traición neoliberal, el peronismo sigue vivo.
Hoy en día las fuerzas vivas del bloque antipopular detentan no solo el poder económico, sino también el manejo del gobierno. Esto nos obliga a volver a leer nuestra historia, a entender el significado de aquel 17 y de esta manera consolidar la expresión política del bloque popular.
El Frente de Todxs es el resultado de un camino que transitamos, no con poco dolor, en donde confluyen las diversas expresiones políticas que el pueblo ha sabido construir. Las calles siguen siendo nuestras, las marchas del “Si se puede” son espasmos agónicos de un gobierno de ricos en retirada, las innumerables movilizaciones de los movimientos populares y las centrales obreras por el contrario son la expresión de la nueva democracia que debemos fundar.
El 17 de octubre de 1945 se fundó el peronismo, el pueblo derrotó a la geopolítica y voló por los aires el estatus quo de los partidos tradicionales. Hoy como continuidad histórica tenemos el deber de recuperar el Estado para ponerlo al servicio del pueblo, darle sentido popular a la soberanía y por sobre todas las cosas entender que la irrupción de trabajadores y trabajadores, la irrupción de negros y negras es la única garantía para que de una vez por todas nuestra patria se ponga de pie para siempre.
Por Ariel Fernández – Concejal de Malvinas Argentinas – Mesa Política del Movimiento Evita Malvinas Argentinas – Militante popular